Existen muchos mitos e ideas acerca de los beneficios sobre tomar una ducha de agua fría, se dice que puede ayudar a tratar la depresión, la ansiedad, quemar grasas y repara los músculos tras una rutina de ejercicios.
Una ducha de agua fría no causa ningún tipo de problemas a no ser que la persona tenga una edad avanzada o sufra de algún mal cardíaco, lo cual podría provocar un desmayo o un ataque al corazón.
Según el triatleta Joel Runyon en una charla TED en el 2013, tomar una ducha fría puede cambiar nuestra forma de enfrentar el miedo y como lidiar con situaciones en las que uno se siente tenso.
Una de las hipótesis que existe, dice que debido al gran número de receptores de frío en la piel, una ducha hace que el cerebro reciba una cantidad inmensa de impulsos eléctricos desde las terminaciones nerviosas periféricas, lo que puede tener un efecto antidepresivo.
Según médicos, las investigaciones científicas sobre los beneficios de una terapia usando duchas frías aún están en una etapa muy temprana ya que no existen evidencias que puedan determinar su beneficio.
PUNTA
