Hablar de indicios de corrupción en los estamentos de gobierno en Casma no solo es hacerlo de las sindicaciones y sospechas que hay sobre su gobierno municipal, lamentablemente también por lo que sucede en el Ministerio de Cultura de ¨La ciudad del eterno sol¨. Luis Burgos es el arqueólogo responsable de cautelar el ingente y maravilloso patrimonio cultural y arqueológico de Casma; el cual es punto central en la historia que relataremos.
A la entrada de la ciudad, en pleno desierto se establecieron algunas empresas que aspiran a trasformar este paraje, e incursionar en la siembre para la agro exportación. Una de ellas es Organic Agro Trading, quien tiene más de diez años en esos afanes, durante todo ese tiempo fue comprando terrenos vecinos a la zona arqueológica denominada ¨Manchan¨ y a la duna que adorna esta parte del desierto.Esta empresa entre muchas autorizaciones, logro obtener después de muchos años de trámite el Certificado de Inexistencia de Restos Arqueológicos (CIRA), expedido por El Ministerio de Cultura. Durante ese tiempo ellos hicieron varias obras de ingeniería civil en su propiedad, sin causar ninguna preocupación, mucho menos crítica por parte de autoridades de la provincia.
El año pasado de manera intempestiva Luis Burgos denunció que Organic había izado postes de tendido eléctrico en zona arqueológica reconocida, que se ese consorcio había invadido terreno protegido por el INC. Exhibió un plano en el que según este funcionario se demostraba que el llamado fundo ¨Paraíso¨ era zona arqueológica, y que esta empresa debía retirarse de ahí, y ser drásticamente sancionada. Esta aptitud generó una asonada colosal. Cientos de pobladores enardecidos invadieron los terrenos de esta empresa, agredieron a sus trabajadores, derribaron tendidos de postes y generaron ingentes daños económicos y morales. Acá empieza propiamente la historia.
El plano exhibido por Burgos no contaba con memoria descriptiva ni con coordenadas como exige la ley; ósea, el suyo era un simple dibujo sin sustento técnico: Al abrirse investigación por parte de las autoridades se requirió al Ministerio de Cultura para que de manera legal, muestre el original del plano de esa zona; para saber si el fundo ¨Paraíso¨ se halla sobre zona protegida. Lo mostrado en el documento original fue contundente, esa zona no es yacimiento arqueológico, jamás lo fue; el dibujo con el cual el arqueólogo Burgos azuzo a la población fue hecho por el mismo. Para desmentir totalmente a su propio funcionario, el ministerio envió la resolución en la cual se detallan con nombres y coordenadas exactas, la ubicación de las zonas protegidas de la provincia, y la que señalaba Burgos no figura en esa lista. Un detalle muy importante en este punto, 48 horas antes de la invasión el Ministerio Publico de Casma cito a los representantes de la empresa y a los del INC, para tratar de evitar enfrentamientos, y se manifestó que mientras se investigue este tema nadie podía invadir esos predios, que se debía respetar la propiedad privada.
El día de la invasión se movilizó a cientos de pobladores, el alcalde provincial Joseph Pérez estuvo en primera línea y encabezando el tumulto, lo cual negó ante el interrogatorio de las autoridades cuando se le denunció ante la fiscalía por ello, olvidando la autoridad edil que existen registros fotográficos de él, y de su maquinaria que presto para la agresión. Coincidentemente entre los invasores se encontraban empresarios hoteleros de Casma, representantes de empresas de turismo que tiene marcadas intenciones en aquella zona, y lo más llamativo, una congresista de la república.
Burgos y los suyos para tratar de anular lo pedido horas antes por la fiscalía casmeña importó desde Chimbote fiscales afines a su causa. ¿Por qué autoridades del rango del arqueólogo Luis Burgos, y el alcalde provincial Joseph Pérez estuvieron al frente de esa movilización y toma de terrenos particulares? ¿Porque a pesar de lo pedido por la fiscalía casmeña incitaron a la población a invadir y destruir propiedad privada? Mi hipótesis: El trazado de la nueva carretera Panamericana, tramo norte en este caso, no contempla ingresar a pueblos o capitales de provincia, los bordea; la finalidad de ello es volver el tránsito de vehículos más rápido y ágil.
Bajo esa premisa muchos capitales en Casma se verán mortalmente afectados, entre ellos y en primera línea el grifo ¨Delusa´ de propiedad del alcalde Pérez Mimbela, además que los más importantes hoteles de esa ciudad verán mermadas sus actividades e ingresos económicos, por eso que varios de estos empresarios fueron los más entusiastas el día de la invasión. Supongo que el juego de Burgos fue declarar esa zona como arqueológica, y por lo tanto su propiedad revierta al estado; el creyó que tan solo bastaba con exhibir un simple dibujo y convocar a la indignación popular para cumplir con su objetivo, lo que no calculó el arqueólogo es que en la otra orilla contaban con documentos originales, emitidos por el mismo Ministerio de Cultura.
Todo esto se denunció ante el Ministerio Publico, el cual acuso formalmente al alcalde, al arqueólogo y al comisario de Casma. El Poder Judicial abrió proceso contra ellos, y luego de muchas maniobras y dilaciones este poder del estado pretende archivar todo, a pesar que el Ministerio de Cultura confirmó que Burgos había falsificado un plano, que motivó una revuelta y que se invadió terrenos particulares y se agredió a sus trabajadores. A la altura del kilómetro 370 la nueva Panamericana Norte virara hacia la izquierda, ya no ingresará a Casma, con ello muchos capitales de gente con poder se afectarán, la nueva pista correrá por terrenos de la empresa Organic Agro Trading. Ese sería el verdadero motivo de la falsificación de planos arqueológicos, y de la invasión al fundo ¨Paraíso¨.