Obras monumentales impulsan desarrollo, comercio, inclusión y esperanza en una región que renace: India conecta su futuro desde Jammu y Cachemira

Ricardo Sánchez Serra

Una proeza de la ingeniería moderna ha comenzado a reescribir el destino de Jammu y Cachemira. A más de 359 metros sobre el río Chenab, se alza el puente ferroviario de arco más alto del mundo, una estructura de 1.315 metros de acero capaz de resistir condiciones sísmicas y de viento extremas. Esta maravilla, junto con el puente de Anji, el primer puente ferroviario atirantado de la India, marca un hito de conectividad entre Jammu y Srinagar: gracias al tren Vande Bharat, el trayecto entre Katra y Srinagar tomará ahora menos de tres horas.

Estas estructuras forman parte del ambicioso proyecto Udhampur-Srinagar-Baramulla (USBRL): una línea ferroviaria de 272 km, que incluye 36 túneles y 943 puentes, concebida para unir el valle con el resto del país incluso en condiciones climáticas adversas. A esto se suma el banderazo de salida a los nuevos trenes Vande Bharat Express, que transformarán la movilidad de residentes, turistas y peregrinos.

El primer ministro Narendra Modi, quien presidió en Katra una ceremonia de carácter nacional, también anunció múltiples proyectos complementarios: la ampliación de la carretera Rafiabad-Kupwara, la circunvalación de Shopian, y dos pasos elevados estratégicos que descongestionarán los cruces viales de Sangrama y Bemina. En salud, puso la primera piedra del Instituto de Excelencia Médica Shri Mata Vaishno Devi, que será la primera facultad de medicina del distrito de Reasi.

Además de esta transformación física, Modi resaltó que más de 25 crore de personas han superado la pobreza en once años, sumándose a una clase media emergente que hoy goza de seguridad económica gracias a políticas de alivio fiscal, acceso a vivienda, transporte asequible y protección sanitaria. “Nunca antes se había escuchado tanto a la clase media trabajadora”, destacó el Mandatario.

El puente de Chenab

El aspecto humano fue profundamente abordado: más de 2.000 familias víctimas de bombardeos transfronterizos recibirán nueva ayuda directa, con compensaciones de hasta 2 millones de rupias. “Su dolor es el dolor de la nación”, expresó Modi. Se han construido 10.000 búnkeres civiles y se creó una fuerza especial de mujeres, además de dos nuevos batallones fronterizos.

El desarrollo fronterizo fue complementado con la construcción de 1.800 km de carreteras nuevas conectando 400 aldeas antes aisladas, y la inversión de más de 4.200 millones de rupias en infraestructura rural.

En clave económica, el primer ministro llamó a los jóvenes a participar en la Mission Manufacturing, eje de la estrategia Atmanirbhar Bharat, destacando que India ya figura entre los principales exportadores de defensa, y que optar por productos “Made in India” es “un nuevo acto de patriotismo”.

Con vehemencia, condenó el reciente ataque terrorista en Pahalgam, donde falleció el joven Adil, quien protegía con honor su trabajo. Reiteró que el terrorismo no doblegará el progreso, y que quienes intenten frenar a la nueva generación “se enfrentarán a su propia derrota”. Recordó también el impacto de la Operación Sindoor, que desmanteló infraestructura terrorista en minutos, en contraste con décadas de amenazas.

En su discurso de cierre, Narendra Modi afirmó que Jammu y Cachemira es la joya de la corona de India, una tierra de cultura milenaria, juventud vigorosa y espíritu renovado. Acompañado por el Vicegobernador Manoj Sinha, el Ministro Principal Omar Abdullah y miembros de su gabinete, concluyó con un mensaje de unidad nacional: “Nada podrá detener el crecimiento de esta tierra bendecida por Mata Vaishno Devi”