Charla Nash mujer que fue atacada por el chimpancé que crio como su hijo

En el ámbito jurídico, Charla demandó a la familia Herold y recibió una compensación de 4 millones de dólares de la herencia de Sandra Herold, quien falleció un año tras el ataque.

En febrero de 2009, Charla Nash, una mujer de 55 años, experimentó uno de los momentos más aterradores y dolorosos de su existencia en Stamford, Connecticut, Estados Unidos. Como en otras ocasiones, Charla fue a visitar a su amiga Sandra Herold. Lo que debería haber sido una tarde tranquila se tornó en una tragedia que impactó al país, cuando el chimpancé de la familia, Travis, la atacó de manera brutal.

Travis era un chimpancé que había estado con los Herold durante más de diez años. A pesar de ser visto como parte de la familia y estar acostumbrado a la vida en casa, unos días antes del incidente empezó a mostrar comportamientos extraños. Sandra trató de tranquilizarlo dándole un sedante, pero no fue suficiente para contener su creciente agresividad.

Ese día, Travis tomó las llaves de su dueña y salió al jardín. Charla, con la intención de ayudar, intentó atraer al chimpancé usando uno de sus juguetes preferidos. En vez de calmarse, Travis se lanzó sobre ella, la empujó contra su coche y la atacó con gran ferocidad.

El chimpancé dejó a Charla con su rostro desfigurado, quitándole los párpados, la nariz, los labios y parte de la mandíbula. Sandra Herold, en un estado de desesperación, intentó detener el ataque golpeando a Travis con una pala y luego apuñalándolo con un cuchillo de cocina, pero nada pudo contener su ira. En un momento de desesperación, llamó al 911 gritando: «¡Está atacando a mi amiga! ¡Por favor, ven rápido! ¡Se la está comiendo! «.

Cuando llegaron las autoridades, dispararon contra Travis, quien logró refugiarse en la casa, donde finalmente falleció. Los oficiales hallaron a Charla viva, bañada en sangre y con partes de su rostro y cuerpo mutilados esparcidos por el jardín. A pesar de su crítico estado, logró sujetar la pierna de uno de los oficiales para mostrar que aún estaba consciente.

Charla fue urgentemente llevada a la Clínica Cleveland, donde pasó 15 meses en cuidados intensivos. Con el tiempo, se ha sometido a más de 30 operaciones reconstructivas, que incluyen intentos de reconstrucción facial y trasplantes de manos. En 2011, recibió un trasplante facial, pero en 2016 su cuerpo lo rechazó, llevando a los médicos a retirarlo.

En la actualidad, Charla Nash reside en un centro especializado donde recibe atención médica continúa debido a las severas secuelas del ataque. A pesar de haber perdido gran parte de su autonomía, sigue haciendo ejercicios faciales y disfruta de actividades como escuchar audiolibros. Su fortaleza y determinación han sido fundamentales en su camino hacia la recuperación.

El relato de Charla Nash continúa siendo un fuerte recordatorio de los peligros que implica tener animales salvajes como mascotas, y también es una prueba de la capacidad humana para recuperarse ante circunstancias muy difíciles.