La comunidad de guías de montaña y las autoridades intensifican las labores de búsqueda en medio de condiciones climáticas adversas y terrenos de difícil acceso.
Los jóvenes, identificados como Efraín Pretel, Jesús Picón y Edson Bandeira, este último camarógrafo de la revista National Geographic, formaban parte del Centro de Estudios de Alta Montaña (CEAM) y se encontraban en una expedición como parte de su formación profesional. Según informó la Asociación de Guías de Montaña del Perú (AGMP), los tres montañistas partieron el 23 de mayo desde Caraz rumbo al nevado de 6,025 metros de altitud, conocido por su desafiante ascenso y su forma piramidal que inspira el logo de Paramount Pictures.
La última comunicación que se tuvo con ellos fue el 29 de mayo, cuando uno de sus compañeros, Gianmarco Herrera, descendió a Huaraz por motivos laborales. Los tres restantes decidieron permanecer un día más en el campamento morrena, a casi 5,000 metros sobre el nivel del mar, con la intención de atacar la cumbre al día siguiente. Desde entonces, no se ha vuelto a saber nada de ellos.
Las sospechas de una tragedia aumentaron luego de que los equipos de rescate hallaran el campamento abandonado, sin señales de los estudiantes. “Todo indica que una avalancha se produjo mientras intentaban ascender por la arista norte, una de las rutas más técnicas y peligrosas del Artesonraju”, declaró Beto Pinto Toledo, presidente de la AGMP. Añadió que estos ascensos, aunque valiosos para el aprendizaje, conllevan riesgos que no deben subestimarse, especialmente en época de alta inestabilidad climática.
Ante la complejidad del terreno y la distancia de acceso alrededor de 15 horas de caminata desde la última carretera, la AGMP ha solicitado con urgencia el apoyo de un helicóptero a la Policía Nacional y a la Fuerza Aérea del Perú. “Una aeronave podría reducir ese tiempo a solo 15 minutos, lo que es vital en operaciones de rescate donde cada hora cuenta”, afirmó Pinto.
El Artesonraju, situado dentro del Parque Nacional Huascarán, ha sido escenario de múltiples tragedias debido a sus condiciones extremas: bajas temperaturas, ventiscas y desprendimientos frecuentes de nieve. Sin embargo, su belleza escénica y su fama internacional continúan atrayendo a montañistas de todo el mundo.
Familiares, amigos y la comunidad montañista permanecen en vilo, esperando noticias sobre el paradero de los jóvenes. La búsqueda continúa, aunque cada vez más marcada por la preocupación de un desenlace fatal.