El 20 de mayo de 2025, el Ejército Popular de Liberación de China atribuyó a Estados Unidos de fomentar una carrera armamentista en el espacio exterior a través de un reciente proyecto de portaaviones orbital, un transporte creado con el fin de enviar satélites y hasta armas en solo horas. Este proyecto podría desestabilizar la seguridad global y violar el Tratado del Espacio Exterior de 1967. Según información de un artículo escrito en el PLA Daily sostiene que la iniciativa estadounidense representa una amenaza directa y podría desencadenar una guerra en el espacio.
¿Por qué representa un riesgo?
El nuevo portaaviones orbital está siendo diseñado con financiamiento del Departamento de Defensa y forma parte de una estrategia de “superioridad espacial” impulsada desde el Pentágono. El proyecto fue adjudicado a Gravitics con un contrato de 60 millones de dólares. La plataforma espacial tendrá capacidad para desplegar satélites y cargas útiles de hasta 10 mil kilos desde órbita, en cuestión de horas.
Aunque EE. UU. sostiene que el proyecto es defensivo y busca proteger sus activos espaciales, expertos militares chinos afirmaron que se trata de una base flotante que puede alojar armamento de precisión, sistemas de ataque rápido y misiles cinéticos.
¿Cuál es la opinión de los especialistas chinos?
Wang Tiantian, investigador de la Universidad de Ingeniería Espacial del EPL, señaló que este tipo de iniciativas no se puede ver como “simples avances tecnológicos” y que es evidente la intención militar detrás del portaaviones orbital. “Eleva la capacidad bélica de Estados Unidos en el espacio y obliga a otros países a preparar respuestas”.
En el medio oficial PLA Daily se cuestionó el papel de EE. UU. como promotor de la paz en el espacio. Se mencionó que el portaaviones podría llevar más de 150 vehículos de ataque cinético y facilitar la vigilancia y destrucción de satélites de otras naciones.
¿Hubo tensiones previas?
La desconfianza entre las dos superpotencias lleva cierto tiempo. En marzo de 2024, la Fuerza Espacial de EE. UU. reportó movimientos sincronizados de cinco satélites chinos, observado como un posible entrenamiento de combate orbital. Pekín sostuvo que se trataba de experimentos científicos. Además, el avión no tripulado X-37B de Estados Unidos, que ha operado en misiones secretas durante más de 10 años, ha sido continuamente acusado por China de ejecutar tareas de reconocimiento y posible despliegue de armas en órbita.
¿Qué podría pasar?
Desde el punto de vista del EPL, Estados Unidos está abriendo la puerta a una carrera armamentista espacial, lo que podría generar reacciones en cadena en otras potencias como Rusia o India. La advertencia de China no solo busca frenar el avance del portaaviones orbital, sino también poner en agenda el debate sobre la regulación militar del espacio exterior. Este hecho sin duda hace referencia o memoria al período conocido en la historia como la Guerra Fría.