Ricardo Sánchez Serra
El Perú ya se encuentra en la era espacial y que el satélite Perú Sat-1 sirve “¡sirve y es muy útil!”, como afirmó el ministro de Defensa, Jorge Nieto, en reciente encuentro con la prensa extranjera.
Lo bautizan como el satélite Humala-Cateriano, pero como nos hace recordar el jefe de la Agencia Espacial Peruana – Conida, My General FAP Carlos Caballero, lograr que el Perú tenga un satélite era una política de Estado desde el año 1997.
Mucho se habla y se sigue hablando del satélite que nuestro país adquirió a Francia: No hubo debate sobre si era el indicado por calidad y precio y el caso se encuentra en el Poder Judicial.
Lo positivo es que el Estado peruano se ahorra una significativa suma de dinero con los trabajos que le solicitan a CONIDA y es más, si nos referimos a números, el satélite ya se pagó, a solo ocho meses de ser entregado al Perú. El ministro informó: “hemos logrado ahorros al Estado peruano por 611 millones de soles. El satélite costo 623 millones de soles, con los ahorros hechos en gastos de imágenes satelitales ya está pagado. Y esta es una noticia muy importante”. Y eso que tiene un promedio de vida de 10 años.
Nieto destacó que el satélite se ha incorporado en nuestros trabajos, tanto de defensa, como en los trabajos de defensa civil. El satélite sirvió para actuar en situaciones de emergencia preventivamente a partir del pedido de información primera que permitió luego desarrollar otros instrumentos de información que permitieron actuar preventivamente para evitar situaciones de riesgo.
Del mismo modo como ya el Perú se encuentra en la comunidad internacional celestial, es significativo el intercambio de información con otros países poseedores de satélites. Más ahorro.
Toda esta tecnología se encuentra al servicio de todos los peruanos y CONIDA se encuentra difundiendo sus beneficios y aplicaciones del satélite. Entre las múltiples aplicaciones de las imágenes satelitales se pueden citar la localización campamentos terroristas de cartografía, detección de dragas ilegales y, ubicación de sembríos ilícitos y rutas de contrabando, conservación de bosques, zonificación ecológica, detección y prevención de riesgos en el territorio, inventario del patrimonio natural, medición de daños de la minería ilegal, cuenta el jefe de CONIDA.
Un gran aporte, asimismo, para la minería y la agricultura. No nos enfrasquemos solo en el tema polémico. Que un árbol no nos impida ver el bosque de beneficios.