Gobierno reemplaza Digemid con la creación de Apemec tras caso Medifarma 

Luego de la crisis desatada por la muerte de siete personas por un suero fisiológico defectuoso de Medifarma, el Gobierno cierra Digemid y crea la Apemec; expertos advierten sobre la falta de autonomía y transparencia.

El gobierno peruano anunció el cierre de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) y la creación de la Autoridad Nacional de Productos Farmacéuticos, Dispositivos Médicos y Productos Sanitarios (Apemec). Esta decisión se produce en medio de la crisis generada por el suero defectuoso de Medifarma, que causó la muerte de siete personas. Si bien el gobierno busca responder a la indignación pública, expertos advierten sobre la falta de transparencia y la posibilidad de que la nueva entidad carezca de la autonomía necesaria para regular eficazmente el mercado farmacéutico.

Víctor Dongo Zevallos, exdirector de Digemid, cuestionó la legitimidad de la creación de Apemec, señalando que no se contó con la participación de actores clave del sector, como el Colegio Químico Farmacéutico del Perú y el Colegio Médico. Dongo expresó su preocupación por la posibilidad de que Apemec se convierta en una entidad subordinada a las decisiones del ministro de turno, y criticó el mecanismo de selección de autoridades, basado solo en años de experiencia, sin considerar la idoneidad técnica. Un exdirector de Digemid, que prefirió el anonimato, fue más allá, asegurando que la creación de Apemec responde a intereses políticos y que ya se estarían ingresando productos falsificados al sistema de administración pública.

Además de la creación de Apemec, el Congreso aprobó recientemente la Ley N.° 32319, que agiliza el registro de medicamentos para enfermedades raras, huérfanas y cáncer. Si bien la ley busca optimizar los tiempos de evaluación, expertos advierten que la falta de especificación sobre la procedencia de los medicamentos, la que sólo exige que estén «registrados y comercializados» en países con alta vigilancia sanitaria, lo que podría permitir el ingreso de productos de países con controles menos rigurosos, comprometiendo la salud pública.

La ambigüedad en la ley, al no mencionar términos como «genérico» o «intercambiable», genera aún más preocupación. El exdirector Dongo Zevallos alertó sobre el riesgo de que se importen medicamentos con impurezas, próximos a vencerse o producidos con estándares de fabricación deficientes, en busca de precios más bajos.