El Gobierno publicó este lunes 28 de abril la Ley N.º 32312, que modifica la Ley del Servicio de Serenazgo Municipal (Ley 31297) para permitir el uso de pistolas eléctricas o de electrochoque como medio de defensa no letal por parte de los serenos. La norma, aprobada durante el segundo pleno temático de seguridad ciudadana, pretende dotar a estos agentes de nuevas herramientas ante el aumento de la delincuencia.
Según el texto legal, los serenos deberán ser previamente capacitados en el manejo de estos dispositivos, incluyendo entrenamientos en campo, polígonos de tiro y simuladores. Asimismo, se dispone que el Ministerio del Interior evalúe la obligatoriedad del uso de cámaras corporales durante las intervenciones, a fin de garantizar la transparencia en el accionar de los agentes municipales.
Durante el debate parlamentario, diversos legisladores señalaron que la medida responde al déficit de efectivos policiales. Diego Bazán (Renovación Popular) sostuvo que “antes que llegue la Policía, siempre está primero el sereno, muchas veces desprotegido frente a delincuentes armados”. En la misma línea, José Jerí (Somos Perú) y Elizabeth Medina (Bloque Magisterial) destacaron que la modificación adapta al serenazgo a los nuevos desafíos de la seguridad pública.
No obstante, también hubo voces críticas. El congresista Guido Bellido (Perú Libre) advirtió sobre el peligro de un uso indebido de las pistolas eléctricas, recordando antecedentes de abuso en algunas intervenciones de serenazgo. A su turno, Roberto Kamiche (Alianza para el Progreso) insistió en que la medida debe formar parte de una estrategia más amplia que refuerce la inteligencia y contrainteligencia en materia de seguridad.
La nueva norma también establece que los serenos que, en ejercicio reglamentario de sus funciones, causen daños contra la vida, el cuerpo o la salud, estarán exentos de responsabilidad penal, conforme al artículo 20 del Código Penal.
Si bien la aprobación busca fortalecer la primera línea de respuesta contra el crimen, queda la incógnita: ¿será suficiente la capacitación para evitar excesos o se abrirá un nuevos debates en lo que respecta seguridad ciudadana?
