Se queda con maletas listas: Congreso niega viaje de Dina Boluarte al Vaticano para dar el adiós al Papa Francisco

Mandataria no obtuvo la autorización necesaria para concretar su visita oficial al Vaticano. La propuesta fue cuestionada por la oposición en medio de la crisis interna que atraviesa el país.


El Congreso de la República negó el miércoles el permiso solicitado por la presidenta Dina Boluarte para viajar al Vaticano, donde tenía previsto sostener una audiencia con el Papa Francisco. La solicitud obtuvo 58 votos a favor, 48 en contra y 15 abstenciones, cifra insuficiente para alcanzar los 66 votos requeridos para autorizar una salida del país por parte de un jefe de Estado.

La visita, según el Ejecutivo, tenía como objetivo fortalecer las relaciones diplomáticas con la Santa Sede, en el marco de una invitación oficial extendida desde 2024. Sin embargo, varios sectores del Parlamento calificaron el viaje como inoportuno e innecesario ante la delicada situación política, económica y social que vive el Perú.

“El país enfrenta protestas, problemas en salud y educación, y la presidenta quiere irse al extranjero como si nada pasara. Esto no es lo que necesita el Perú ahora”, afirmó el congresista Jorge Montoya, vocero de Renovación Popular. Opiniones similares se escucharon en otras bancadas de oposición, que calificaron el viaje como un gesto más simbólico que estratégico.

En contraste, representantes del oficialismo defendieron el pedido, asegurando que el encuentro con el Papa representaba una oportunidad histórica para el país y no implicaba un abandono de las funciones presidenciales. “Es un gesto de diplomacia y fe. El Papa Francisco es un líder global y este tipo de audiencias no se dan todos los días”, expresó la legisladora Katy Ugarte.

La presidenta Boluarte no ha emitido declaraciones oficiales tras la decisión del Congreso. Desde Palacio de Gobierno se ha dejado entrever que el Ejecutivo evalúa nuevas gestiones diplomáticas que no impliquen la necesidad de autorización legislativa.

Con esta negativa, el Congreso vuelve a marcar distancia con el Ejecutivo, en un contexto de alta tensión política y desconfianza mutua. La posibilidad de un nuevo intento de viaje queda ahora en suspenso, mientras el Gobierno se enfoca en una agenda nacional cargada de retos urgentes.