Por: Alejandro Marco Aurelio Capcha Hidalgo
Periodista. – Reg. N°. – 4654
El presidente Norte Americano, Donal Trump, y su equipo económico se encuentran en un terreno fangoso de gran magnitud. Su primer estrés, que debe tener Trump es ¿Cuál es el mecanismo para traer de vuelta a los inversores de los bonos del tesoro? Obviamente estos han optado por otras alternativas, como el euro, el oro, el yen, y el franco suizo; cuando lo técnico natural se mantuvieran primordialmente en los bonos del tesoro.
La provocación de parte del gobierno de Trump ha generado un mal tiempo ante la agitación de los mercados y el mayor enfrentamiento entre EE UU y China, afectando los activos estadounidenses, como el dólar, los bonos del tesoro, el índice S&P 500. Es así que el dólar registró el jueves su mayor desplome en más de dos años ante las crecientes expectativas de que la Reserva Federal tendría que reducir los costes de endeudamiento para poder compensar los efectos negativos de las iniciativas de Trump en materia arancelaria.
Es que en apenas unos días la tasa de interés o rendimiento de los bonos estadounidenses a 10 años, aumentaron drásticamente de 3.9% al 4.5%, para compensar su caída en precios.
Nos hemos preguntado qué es lo que haría cambiar de opinión a Donal Trump. Por ello, cuando decidió retroceder y anunciar una pausa de 90 días en los aranceles un gran número de especialistas analistas coincidieron en que el factor clave había sido el debilitamiento del bono del tesoro.
Es que los avances y retrocesos, la desafortunada conducción de la coyuntura por Trump y las continuas peleas han terminado afectando la confianza en ese mercado de deuda.
Si a lo anterior le sumamos el problema de los 36 trillones de deuda y sobre todo el hecho que la administración Trump va a tener que renovar casi 9 billones este año. Y si tenemos en cuenta el porcentaje en manos de inversionistas extranjeros encabezados por Japón y China, que no están atravesando su mejor momento con EE UU, la situación se complica.
Y si decae la confianza esto influiría en los mercados financieros, sobre todo si importantes tenedores deciden modificar sus posiciones en bonos del Tesoro. Además, hay que tener en cuenta que este año acudirá a los mercados Alemania, que tiene un impecable récord crediticio, y que competiría con EE UU.
Por lo que, si adicionamos el elevado déficit fiscal, el periodo de inestabilidad por el que está atravesando la administración Trump y los cambios de estrategia de importantes inversionistas en relación a activos estadounidenses, la renegociación de la deuda externa de EE UU será un muy difícil desafío para el gobierno de EE UU.
Las políticas de Trump están derrumbando la economía de EE UU. Y que inclusive en las proyecciones de la Reserva Federal de Atlanta presentaban al 04.03.25 una caída del PBI del -2.8%. Pero en lugar de moderarse, Trump profundizó su política con los aranceles recíprocos, llegando al extremo de colocar aranceles del 145% a la China. Y todavía no sabemos a dónde nos conducirá este enfrentamiento. Lamentablemente nosotros resultaremos afectados, ya que nuestro primer socio comercial y otro importante socio como EE UU reducirán sus compras a nuestro país, y ya nos está afectando con la importante caída en los precios de nuestro principal producto de exportación, el cobre.