Tras el fallecimiento del Papa Francisco, comienza la campaña para elegir al sucesor del cargo más importante en la Iglesia Católica. Estos serían los principales favoritos para apoderarse del papado entre los próximos 15 o 20 días, periodo en que se realizará el nuevo cónclave. Cabe recordar que sólo los cardenales menores a 80 años pueden votar en estas elecciones.
Matteo Zuppi
El arzobispo de Bolonia es un aliado cercano a Francisco, lo que refuerza su candidatura. El italiano de 69 años tiene un enfoque progresista y es partidario de una iglesia más abierta y menos dogmática, sobre todo en el diálogo con las comunidades LGBTQ+. Sus ideales podrían generar cierto rechazo por parte de los sectores conservadores.
Luis Tagle
El prefecto de la Congregación para la Evangelización y arzobispo de Manila podría convertirse en el primer papa asiático de ser elegido. El filipino de 67 años mantiene posturas inclusivas, similares a las de Zuppi, ya que en el pasado ha criticado las posturas de la iglesia contra el matrimonio y la comunidad LGBTQ+. Su amplia experiencia pastoral y administrativa podrían ser cruciales para el puesto, además de su capacidad para dialogar con diversas culturas.
Pierbattista Pizzaballa
El patriarca latino de Jerusalén también se posiciona como una opción importante. A sus 60 años, posee una carrera enfocada en la diplomacia y el cuidado de los cristianos en Oriente Medio, por lo que tiene un gran conocimiento de la región y la capacidad para debatir con diferentes religiones. También le favorece su discreción en temas controvertidos, pero le juega en contra su corta experiencia como cardenal, siendo nombrado recién en 2023.
Pietro Parolin
El secretario de Estado del Vaticano tiene una larga trayectoria diplomática que lo respalda, al tratar con varios países como México, España, Andorra, Italia y San Marino. Además, el italiano de 70 años es abierto al diálogo y no busca imponer ideologías. Estas virtudes lo posicionan como una figura respetada dentro de la iglesia. Sin embargo, la periodista Inés Martin explicó a Infobae que la historia puede ser un obstáculo para su candidatura. «Tradicionalmente el secretario de Estado no es elegido” explicó Martin.
Peter Erdo
Ha sido presidente del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa y enseñado teología en Hungría, Roma, California y Buenos Aires. Contrario a otros cardenales, el húngaro de 72 años mantiene una postura conservadora, siendo esquivo a cuestiones como el matrimonio homosexual o el celibato. Sus pensamientos tradicionales podrían atraer a los sectores más conservadores del catolicismo.
Robert Sarah
El ex prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos se postula como otro de los principales representantes de la visión tradicional. Ha sido crítico con algunas de las medidas impulsadas por Francisco, como la apertura a los divorciados y el apoyo al grupo LGBTQ+. El guineano de 79 años ha conseguido varios seguidores a través de sus obras literarias, donde se pronuncia frente a una crisis de la moralidad dentro del clero y el catolicismo. También es una de las figuras más respetadas dentro y fuera de África.