«Inundaciones en Bahía Blanca: 16 muertos y daños por 400 millones de dólares»

El devastador temporal que azotó la ciudad argentina de Bahía Blanca dejó un saldo de al menos 16 víctimas fatales, más de 900 evacuados y cuantiosos daños materiales. Las intensas lluvias y el desbordamiento de un arroyo provocaron inundaciones masivas, afectando gravemente la infraestructura local y dejando a la ciudad sumida en la tragedia.

Inundación en Argentina deja 16 muertos y USD 400 millones en daños

En la madrugada del viernes 07 de Marzo, la ciudad portuaria de Bahía Blanca, situada a 600 km al sur de Buenos Aires, sufrió un devastador temporal que desbordó todas las expectativas. En pocas horas, cayeron 350 milímetros de agua, lo que provocó inundaciones masivas, destruyendo hogares, calles y dejando a miles de personas afectadas. Según las autoridades locales, el saldo hasta el domingo es de al menos 16 muertos, más de 960 evacuados.

La fuerte tormenta, que se considera la peor de la historia reciente de la ciudad, desbordó el arroyo Maldonado, lo que redujo drásticamente la capacidad operativa de los servicios de emergencia. El alcalde Federico Susbielles relató que los equipos de rescate se vieron limitados, perdiendo hasta el 70% de sus recursos, incluidos ambulancias y patrulleros.

La situación ha conmocionado a la nación, especialmente por la tragedia de dos pequeñas hermanas de 1 y 5 años que fueron arrastradas por la corriente, la madre intentaba trasladarlas desde su automóvil a una camioneta que las asistía cuando la crecida las arrastró unos 350 metros. Al detenerse el vehículo, subieron al techo para resguardarse, pero una ola las llevó en cuestión de segundos, apuntó el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Javier Alonso. A pesar de los esfuerzos de un hombre para rescatarlas, él también perdió la vida, aumentando a 16 el número de víctimas confirmadas. El ministro de Seguridad de la provincia, Javier Alonso, destacó que las niñas son las únicas personas reportadas como desaparecidas.

El presidente argentino, Javier Milei, decretó tres días de duelo nacional, mientras que el gobierno provincial y nacional han activado un plan de ayuda para asistir a los damnificados. La Fuerza Aérea desplegó vuelos con insumos básicos y un hospital móvil con 40 plazas. Además, el gobierno autorizó una ayuda económica inicial de 10.000 millones de pesos (unos 9,2 millones de dólares) para las reparaciones urgentes. No obstante, los daños materiales, que incluyen viviendas destruidas, puentes colapsados y carreteras intransitables, podrían superar los 400 millones de dólares.

En varias zonas de la ciudad, el agua alcanzó los dos metros de altura, sumergiendo barrios enteros y dejando solo los techos de las casas visibles. Aunque las lluvias cesaron en la tarde del viernes, los efectos de la tormenta fueron devastadores. Los residentes siguen sin servicios básicos como electricidad, agua potable y transporte público, lo que ha generado un gran desconcierto. Algunos comercios solo operan en efectivo, ya que el sistema de pagos electrónicos está fuera de servicio.

En medio de la tragedia, la solidaridad ha emergido con fuerza. Organizaciones civiles y clubes deportivos, como el Club Atlanta, han lanzado campañas de donaciones, recibiendo toneladas de alimentos, ropa, agua y otros suministros esenciales para los afectados. «La solidaridad no nos la pueden quitar», expresó Simón Oliak, directivo del club, destacando la respuesta inusitada de la comunidad ante el desastre. La comunidad internacional también ha mostrado su apoyo, con el Papa Francisco enviando un mensaje de solidaridad desde el Vaticano, reconociendo el sufrimiento de los ciudadanos de Bahía Blanca.

La reconstrucción de la ciudad, que se calcula costará alrededor de 400 millones de dólares, será un proceso largo y complicado. El ministro Alonso mencionó que muchas de las 269 escuelas de la ciudad tienen daños y que algunas deberán someterse a trabajos de limpieza y reconstrucción. A pesar de los esfuerzos por restaurar los servicios y garantizar la seguridad en las calles, aún persisten grandes desafíos.

La catástrofe, que se suma a otros eventos climáticos extremos como el tornado de diciembre de 2023, ha dejado a Bahía Blanca ante una dura recuperación. Los residentes de la ciudad, muchos de los cuales viven en viviendas precarias en la periferia, enfrentan un panorama de incertidumbre, pero también de esperanza, impulsados por la solidaridad y el apoyo que han recibido. Este desastre subraya la vulnerabilidad de muchas regiones de Argentina ante fenómenos climáticos extremos, y resalta la necesidad urgente de invertir en infraestructura y medidas de prevención para mitigar los efectos de futuras emergencias.