Ricardo Sánchez Serra*
En un acto profundamente conmovedor y cargado de solemne emoción, el Congreso del Perú conmemoró los 33 años de la trágica masacre de Joyalí, un oscuro episodio que dejó una marca imborrable en la historia de Azerbaiyán.
Durante la sesión, se presentó una moción de orden del día que evocó los terribles acontecimientos del 26 de febrero de 1992, cuando fuerzas armadas armenias atacaron la pacífica ciudad de Joyalí, resultando en la muerte de 613 civiles inocentes, incluyendo mujeres, niños y ancianos. Esta moción fue un gesto de buena voluntad y profundo respeto, simbolizando los sólidos lazos entre ambas naciones.
El ambiente en el Congreso estaba impregnado de conmovedora solemnidad, mientras los congresistas de la República, miembros de la Liga Parlamentaria de Amistad Perú-Azerbaiyán, expresaban su profundo pesar y solidaridad con el pueblo azerbaiyano. La moción subrayó la importancia de recordar estos hechos para evitar que tragedias similares se repitan en el futuro y para apoyar los esfuerzos de Azerbaiyán en busca de una paz duradera con Armenia.
El congresista Luis Alegría García, en un gesto de recogimiento, solicitó un minuto de silencio, que permitió a los asistentes reflexionar sobre la trágica pérdida de vidas y rendir homenaje a todos aquellos afectados por la masacre.
La encargada de negocios de la Embajada de Azerbaiyán, Gülten Gafgazli-Novruzova, ofreció un emotivo discurso que evocó la memoria de los caídos y enfatizó la necesidad de exigir justicia para las víctimas. Recordó el trágico asedio y ataque a la ciudad de Joyalí, calificando el acto como uno de los crímenes más atroces de odio hacia la nación azerbaiyana. Destacó también la resiliencia del pueblo azerbaiyano y su firme determinación de reconstruir y restaurar la dignidad en los territorios liberados, simbolizada en el izado de la bandera estatal en Joyalí por el presidente Ilham Aliyev.
Expresó su más sincero agradecimiento por la solidaridad mostrada por el Perú y agradeció a los asistentes por su participación en la ceremonia.
Por su parte, el congresista Alegría, miembro de la Liga Parlamentaria de Amistad Perú-Azerbaiyán, expresó su solidaridad y reconocimiento a la admirable capacidad de superación del pueblo azerbaiyano. “Este horrible episodio sigue siendo un poderoso símbolo de recuerdo y respeto hacia sus víctimas”, manifestó.
Subrayó la importancia de conmemorar esta fecha no solo como un ejercicio de memoria, sino también como un compromiso de fortalecimiento de los lazos de amistad y cooperación entre Perú y Azerbaiyán.
Asimismo, la embajadora de Turquía, Serra Kaleli, reiteró el dolor compartido entre Türkiye y Azerbaiyán, dos estados, una sola nación. “Aún sentimos en nuestros corazones el dolor de nuestros hermanos y hermanas que fueron asesinados en Joyalí”, dijo.
La diplomática condenó la masacre de Joyalí y abogó por una conciencia colectiva de la humanidad para juzgar las atrocidades presentes y futuras, para que nunca más se repitan.
Las palabras de los representantes resonaron con fuerza, recordándonos la fragilidad de la paz y la necesidad de un compromiso continuo para honrar a las víctimas y trabajar por un futuro mejor. La conmemoración en el Congreso del Perú no solo fue un tributo a los caídos, sino también un llamado a la reflexión y a la solidaridad internacional.
En la ceremonia se presentó un conmovedor audiovisual que retrataba la tragedia de Joyalí, generando en los asistentes una profunda emotividad, subrayando la trágica pérdida y el impacto duradero de la masacre.
Al evento, además de los legisladores, asistieron los representantes de las embajadas de Marruecos, Israel, Indonesia, Panamá, Egipto, Argelia, Malasia, Ucrania y Arabia Saudita, y amigos de Azerbaiyán, todos unidos en un acto de recuerdo y solidaridad con el pueblo azerbaiyano.
*Premio Mundial de Periodismo “Visión Honesta 2023”