Ricardo Sánchez Serra
Es crucial que se cumplan las normas. Lo sucedido en Trujillo, lamentable por cierto, es un claro ejemplo de cómo la falta de cumplimiento puede tener consecuencias trágicas. Creo que se pudieron salvar más vidas, pero debido al ruido de las discotecas, que ocultaron los llantos y los pedidos de socorro, las brigadas de defensa civil no pudieron actuar a tiempo.
Los hallazgos de la Municipalidad de Trujillo en ese centro comercial fueron levantados rápidamente. ¿Negligencia o corrupción en las autoridades ediles? Es una pregunta que debemos hacernos, ya que la seguridad de los ciudadanos no puede ser comprometida por intereses particulares.
Miraflores, por mencionar uno de los pocos distritos que levantó la voz de alerta, ha demostrado estar comprometido con la seguridad. Su alcalde ha señalado que se ratifica en su «dura misión de hacer respetar las Ordenanzas ediles, que permitan salvaguardar la integridad física de los vecinos, visitantes y trabajadores de los diversos negocios y centros de entretenimiento» que existen en su distrito.
Ya pasó con la discoteca Utopía —de muy triste recordación—, con este centro comercial y en el caso del restobar Malala, en Miraflores, que ha sido clausurado ocho veces: cuatro por la administración anterior y cuatro por la actual, además de haber tenido dos revocatorias de licencia definitiva. ¿Cómo puede Indecopi confiar en este restobar contra la opinión de decenas de vecinos, que tratan de minimizar? Miraflores está poniendo orden, pero ¿realmente queremos otra tragedia como la de Utopía en Miraflores?
¿Hasta cuándo, en este Perú informal, van a primar los intereses económicos sobre la seguridad de los miraflorinos?
Es fundamental que respaldemos a las autoridades que están trabajando para poner orden y garantizar la seguridad. Tenemos a un líder como el alcalde Carlos Canales, que está tomando decisiones firmes y necesarias para proteger a los ciudadanos. ¡Hay que apoyarlo! La seguridad y el bienestar de los ciudadanos deben ser la prioridad sobre cualquier otro interés.