Jean Carlo Valentino Céspedes Jaimes, conocido como Limonchín, perdió la vida de manera trágica tras ser asesinado a balazos por sicarios en la calle José Olaya, en el centro de Huacho. El joven, quien trabajaba como payasito, fue interceptado por presuntos extorsionadores cuando regresaba a su vivienda luego de comprar una hamburguesa.
El ataque dejó 15 casquillos de bala esparcidos en el lugar, lo que demuestra la brutalidad del crimen. Testigos y la investigación preliminar indican que dos sujetos a bordo de una motocicleta lineal se acercaron a Céspedes y le dispararon en múltiples ocasiones. “La persona ya estaba en el suelo. Se reafirma que ha sido una moto lineal que le ha dado una ráfaga de tiros, 15 tiros en total. Se sabe que el joven cómico habría publicado en su Facebook que era amenazado por extorsionadores”, señaló José Sánchez, jefe de seguridad ciudadana de Huacho.
Familiares de la víctima acudieron al lugar para identificar el cuerpo. La Policía Nacional del Perú (PNP) cercó la zona, bloqueó el tránsito y recogió evidencias. Entre las pertenencias de Céspedes, los agentes encontraron un morral y un celular, objetos que podrían aportar pistas clave en la investigación. Días antes de ser asesinado, Céspedes había denunciado públicamente en su cuenta de Facebook que recibía amenazas a través de mensajes en Messenger.
Esta información lleva a las autoridades a investigar el caso como un posible crimen por venganza. “Es una pérdida irreparable. Él era un joven querido por todos y no merecía esto”, expresó un familiar conmovido.
Las cámaras de seguridad y videovigilancia instaladas en la zona captaron el momento del ataque y serán fundamentales para identificar a los responsables. En las imágenes se observa a los sicarios escapar rápidamente tras disparar contra el joven comediante. “Queremos justicia. No podemos seguir viviendo con este nivel de violencia”, se manifestaron en una reunión vecinal organizada cerca del lugar del crimen.
Por el modus operandi y las amenazas previas, las autoridades no descartan que el asesinato esté vinculado a una represalia directa. Mientras tanto, personal de la PNP y peritos de criminalística continúan recabando pruebas en el área.
