La administración del Seguro Social de Salud (EsSalud) se encuentra en el centro de la polémica tras destinar más de 250 mil soles a una fiesta navideña para los hijos de los trabajadores de su sede central. El evento, se celebró el 21 de diciembre en el Coliseo Dibós de San Borja, e incluyó un espectáculo de tres horas, pantallas gigantes, mochilas con refrigerios y varias sorpresas para los asistentes.
La decisión de priorizar un gasto de esta magnitud ha causado indignación en un contexto de crisis en los hospitales de EsSalud, donde los pacientes deben esperar meses para obtener citas médicas y enfrentan largas filas y condiciones precarias. Esta situación ha generado un fuerte rechazo entre los ciudadanos y los pacientes, quienes exigen que se prioricen los recursos para la atención médica.
EsSalud defendió la celebración al asegurar que este tipo de actividades forman parte de una tradición institucional que data de 1936. En un comunicado, la entidad precisó que los fondos destinados a la fiesta provienen de presupuestos específicos para programas recreativos y culturales, garantizando que no se comprometieron recursos para la atención de los asegurados. No obstante, esta explicación no ha logrado calmar la creciente indignación.
El extitular del Ministerio de Salud (MINSA), Óscar Ugarte, cuestionó la pertinencia del gasto, señalando que el compromiso de los trabajadores no debería depender de eventos festivos. «No hay que alagar al trabajador para garantizar el compromiso», afirmó, enfatizando que los recursos públicos deberían estar dirigidos a mejorar los servicios de salud.
A pesar de las críticas, EsSalud defendió que el presupuesto para la actividad navideña fue menor al de años anteriores, pero esto no ha convencido a quienes consideran que la institución debería priorizar la resolución de problemas estructurales, como equipos malogrados falta de medicamentos y camas. El evento fue organizado por la empresa N’AYALA SERVICIOS SAC, luego de que EsSalud modificara su plan de contrataciones, lo que ha generado dudas sobre las prioridades de la institución en un momento de crisis en las atenciónes y tratamientos médicos.
El caso refleja una desconexión preocupante entre la gestión administrativa de EsSalud y las demandas apremiantes de los pacientes. La crisis en el sistema de salud exige una reevaluación urgente de cómo se asignan los recursos. Si bien las actividades recreativas son importantes para el bienestar laboral, no deben realizarse a costa de atender necesidades críticas que afectan directamente la calidad de vida de los asegurados.