La región Piura, al norte de Perú, se enfrenta a una crisis de agua que empeora con el paso de los días. En las últimas semanas, la ciudad experimentó un déficit alarmante de agua, lo que llevó al gobierno central a declarar el estado de emergencia en 34 de los 65 distritos de la región. Sin embargo, algunos distritos como Castilla quedaron fuera de las medidas urgentes del Ejecutivo.
El alcalde distrital de Castilla, Walther Guerrero, manifestó su preocupación al ser excluido del estado de emergencia, ya que su poblado depende de los recursos de la represa de Poechos.
“Lamentablemente, Castilla no fue incluida en el primer decreto de emergencia. Nos han informado que se está preparando un nuevo decreto para incluirnos, pero aún no ha sido oficial. En conversaciones con el ministro de Vivienda y el ministro de Agricultura, ya está claro que Castilla enfrenta un grave déficit hídrico que afecta a más de 12 asentamientos humanos”, explicó.
La preocupación principal radica en que la escasez de agua afecta a alrededor de 12 asentamientos humanos en Castilla, que dependen en gran medida de los sistemas de abastecimiento de agua, que, en muchos casos, no están funcionando adecuadamente.
“Es necesario que se declare el estado de emergencia en Castilla para poder hacer inversiones y garantizar el acceso al agua para la población”, agregó.
El alcalde explicó que, además de la crisis de agua para el consumo humano, la situación también está afectando a la agricultura y ganadería, sectores claves para la economía de la región. En este contexto, las autoridades locales se han visto obligadas a implementar soluciones provisionales, como el abastecimiento de agua mediante cisternas.
“Como municipalidad tenemos dos cisternas, pero no es suficiente. Lo que necesitamos es un plan de contingencia más efectivo”, expresó Guerrero.
Walther Guerrero declaró que hace falta apoyo logístico y financiero para enfrentar la emergencia. Las comunidades afectadas dependen en gran medida de la voluntad política del gobierno central.
“El estado de emergencia es una herramienta importante, pero no es suficiente. Necesitamos recursos, financiamiento y una respuesta logística adecuada. Las inversiones en infraestructura, como la perforación de pozos tubulares, son esenciales, pero también necesitamos un plan a largo plazo que garantice el acceso al agua para todos. Además, la situación se complica porque los ríos de la región tienen caudales irregulares. Si no llueve lo suficiente en las partes altas, la crisis hídrica se agudizará aún más”, advirtió el alcalde.