La crisis del combustible en Bolivia se ha intensificado debido a las protestas de los seguidores de Evo Morales, quien enfrenta una investigación penal por abuso sexual. Los bloqueos en protesta por la posible detención del expresidente han dejado a cientos de camiones cisterna atrapados.
En el corazón de La Paz, una extensa fila de alrededor de 300 vehículos se ha congregado para repostar combustible, ocupando una manzana entera. A solo 500 metros de distancia, numerosos comerciantes de carne se manifiestan en contra del incremento de precios que ha afectado sus ventas. «Si no se trabaja, no se come», dice Marco Santos, un chofer de minibus de 25 años que lleva casi seis horas esperando para abastecerse. «Es un perjuicio total; más para nosotros que somos del transporte público», recalcó.
La Paz es una de las ciudades que ha sufrido más por la escasez de carburantes. Desde la noche del viernes 18 de octubre, los conductores de vehículos tanto públicos como privados se han visto obligados a hacer largas filas en las estaciones de servicio, esperando varias horas para poder adquirir gasolina o diésel.
En la región andina de Oruro hay dos bloqueos, y se suma uno en Potosí y otro en Santa Cruz, que es el departamento más poblado y el motor económico de Bolivia. Durante la madrugada, manifestantes montaron un nuevo bloqueo en el municipio de Vinto, a menos de 20 kilómetros de Cochabamba, la capital de esa región, utilizando piedras y neumáticos en desuso.
El bloqueo de carreteras en Bolivia por parte de los seguidores del expresidente Evo Morales cumple una semana este lunes, lo que ha generado escasez de combustibles y de algunos productos, mientras que el exmandatario permanece refugiado en Cochabamba. https://t.co/xcbz8eXlXq
— EFE Noticias (@EFEnoticias) October 21, 2024
