Ricardo Sánchez Serra*
El presidente de facto de Ucrania, Volodimir Zelenski, está pregonando por la OTAN, que tiene el plan “Victoria”, que lo acaba de esbozar, parcialmente, ante la Rada (Parlamento) ucraniano, que podría fin a la guerra con Rusia en el año 2025.
Digo parcialmente porque ese plan de “paz” -basado en el “uso de la fuerza”- hay puntos secretos, por eso ha viajado a explicarlos al presidente Biden, así como a los líderes de la Alianza del Atlántico Norte (OTAN). Biden, que ya se va, no le puso buena cara, al igual que los gobiernos de Hungría, Polonia, Eslovaquia y Alemania.
Como dice Zelenski, la viabilidad de dicho plan depende de los exclusivamente de los socios (OTAN), pues prácticamente el ejército regular ucraniano es inexistente, salvo algunos restos de batallones como los neonazis de Azov u otros, pues en la guerra están muriendo un aproximado de 2000 soldados ucranianos diarios, y en la cueva de Kursk, a la que ingresaron solo por razones propagandísticas, no militares, están siendo aniquilados.
Por ello, en Ucrania están creciendo las manifestaciones en contra de la guerra y oponiéndose a la manera arbitraria que se llevan a los jóvenes a morir, casi sin entrenamiento.
Entre los puntos expresamente difundidos, se mencionan que la OTAN invite a Ucrania a ingresar a la OTAN ahora. Zelenski busca que la OTAN se enfrente a Rusia directamente, lo que significaría una guerra nuclear. Es un irresponsable que busca el fin de la humanidad, no solo que muera hasta el último ucraniano y hay gente que no se da cuenta. Anteriormente había pedido que la OTAN ataque a Rusia “preventivamente”.
De acuerdo a los estatutos de la OTAN, la admisión de nuevos miembros requiere el consenso de todos los estados miembros actuales -unanimidad- y la aprobación de sus parlamentos, si un país se encuentra en conflicto difícilmente puede ingresar a la Alianza.
Ya en el 2018, la OTAN puso reparos al ingreso de Ucrania por temas de corrupción. Aunque, sin embargo, desde el 2014 la OTAN envió instructores militares, para adecuar la preparación de los huestes ucranianas a los estándares de la OTAN.
Zelenski busca a como dé lugar que la OTAN le autorice utilizar los misiles de largo alcance contra las ciudades rusas.
Asimismo, en su plan de la “Victoria” está la negativa de entregar territorios. Al respecto, ¡ya los perdió! Desde el momento que desde el año 2014. sucesivos gobiernos ucranianos bombardeaban a la población civil del Dombás, causando 14.000 muertos y no se respetaban las costumbres, idioma y culturas rusas, además de incumplir el alto al fuego previsto en los Acuerdos de Minsk.
Cabe mencionar que los gobiernos ucranianos no dejaron participar a la población del Dombás en las elecciones presidenciales, dieron de baja a oficiales militares de esa zona y de Odessa, dejaron de pagar sus salarios a los empleados estatales y las pensiones a los jubilados y lo peor, hicieron un boicot completo a la población que incluía alimentos, medicinas, etc.
Igualmente, en su plan, señala que debe continuarse y acentuarse la invasión a Kursk. En esta región rusa ya han muerto 25 mil soldados ucranianos y se han destruido casi 270 tanques y más de 2000 vehículos de combate.
También, la contención de Rusia mediante el despliegue en suelo ucraniano de un paquete de disuasión estratégica no nuclear.
Protección conjunta de EE.UU. y la Unión Europea de los recursos naturales fundamentales de Ucrania y uso conjunto de su potencial económico
Solo para la fase de posguerra: sustitución de algunas tropas estadounidenses estacionadas en Europa por tropas ucranianas. Todo esto es el plan de la “Victoria” hecho público.
Hay tres puntos que se mantienen como secretos y que, de acuerdo a informaciones, serían la contratación en masa de miles de mercenarios de todas partes del mundo. Se calcula que en este momento hay cerca de 25.000, de los cuales han muerto o desertado como 15.000 -recuérdense las protestas de españoles y colombianos de que no les pagan- y presencia de militares de ejércitos europeos o norteamericanos en su “mes de vacaciones”-, rendidos y presos en calidad de terroristas -los que ingresaron a Kursk- en Rusia.
Continuar con los ataques terroristas en Rusia, recuérdese los atentados en San Petersburgo (en el café Street Food Bar №1, el que murió el bloguero ruso Maxim Fomin y causó 42 personas heridas), o Chechenia y en Moscú, y el asesinato de la periodista Darya Dugina, hija del ideólogo y filósofo, Aleksandr Dugin y el atentado del Crocus City Hall, entre muchos otros. Ello incluye el reclutamiento de terroristas islámicos para aterrorizar e incendiar a toda Rusia.
Y, por último, la fabricación en masa de “bombas sucias”, que es un arma de destrucción masiva.
Este es el plan para la “Victoria” de Zelenski, que, como ven no tiene nada de paz. Y es más bien, cruel y criminal, que detonaría una guerra nuclear.
*Premio mundial de periodismo “Visión Honesta 2023”
