Editor FPP
Desde hace unas semanas se encuentra en Lima Jadiyetu El Mohtar, embajadora en Misión Especial de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), cuyo objetivo es entrevistarse con las autoridades peruanas para que el Perú restablezca las relaciones diplomáticas que el oscuro asesor Vladimiro Montesinos –a instancias del lobby marroquí- “congeló” y que después quiso cobrar el vuelto pretendiendo, cuando estuvo fugado en Panamá de la justicia peruana, refugiarse en Marruecos.
La RASD se encuentra en el norte de África, en un tercio del Sáhara Occidental no invadido por Marruecos –que se ha apoderado de los otros 2/3 contra las disposiciones de las Naciones Unidas-. La RASD tiene gobierno constituido, municipios, territorio, población, parlamento, condiciones para constituir un Estado, por tanto no es una república en el exilio y está reconocida por más de 80 países, algunos de estos suspendieron, es verdad, las relaciones diplomáticas, más no el reconocimiento como Estado porque una vez reconocido –de acuerdo al derecho internacional- no se puede desconocer, salvo que el Estado desaparezca. No es el caso.
Gran parte de la población saharaui vive en campamentos de refugiados asistidos por la comunidad internacional, y desde hace más de 41 años por la ocupación marroquí.
Esta es la realidad que quiere explicar la embajadora Jadiyetu, como su segundo objetivo, para que la opinión pública peruana se entere lo que sucede con su pueblo y se rompa el silencio informativo que impone Marruecos y su embajada en el Perú.
Desde la Federación de Periodistas del Perú le damos la bienvenida y apoyamos su libertad de expresión. Ya estuvo con nosotros, especialmente invitada, en nuestro aniversario de fundación y esperemos que su pacífica noble misión llegue a buen puerto y en justicia el Perú restablezca las relaciones con la RASD.