Fundador del Sodalicio acusado de abuso sexual es expulsado del Vaticano

Luis Fernando Figari, Fundador del Sodalicio de Vida Cristiana, fue expulsado del vaticano luego de haber sido acusado de abuso físico, psicológico y sexual por diversos jóvenes integrantes de la comunidad.

LUIS FERNANDO FIGARI RODRIGO FUNDADOR DEL SODALICIO ACUDIÓ A CITACION DE LA FISCALIA PERUANA EN EL CONSULADO DEL PERU EN ROMA. LA FISCAL MARIA DEL PILAR PERALTA LE TOMÓ LAS DECLARACIONES.


La Conferencia Episcopal Peruana (CEP) informó que el Vaticano ha expulsado a Luis Fernando Figari del Sodalicio de Vida Cristiana, la entidad que él creó hace 53 años. Esta medida se tomó a raíz de las serias acusaciones de abuso físico, psicológico y sexual que han sido presentadas por antiguos miembros de la organización.

Mediante un comunicado la CEP informó la decisión que publicó la Santa Sede por medio de un Decreto. Decreto que ordena la expulsión de Figari, firmado por el Papa Francisco. Este indica que la decisión forma parte de las acciones que la iglesia debe tomar después de las «certezas» descubiertas durante la investigación sobre la cúpula del Sodalicio.

En 2015, la Fiscalía peruana inició una investigación sobre el centro después de la publicación de “Mitad monjes, mitad soldados” que recopilaba al rededor de 30 testimonios de ex miembros indicando ser víctimas del líder, Figari. Durante la investigación del Ministerio Público en 2016, el abogado de Figari, Juan Armando Lengua Balbi, puso en duda los testimonios anónimos del libro y defendió la inocencia de su cliente. En 2017, el Ministerio Público solicitó una prisión preventiva de nueve meses para Figari y otros ex miembros del Sodalicio. En febrero del 2017, la Santa Sede sancionó a Figari y le prohibió regresar a Perú, tener contacto con miembros de la comunidad ‘sodálite’ y dar declaraciones a la prensa luego de haber buscado asilo en Roma por las denuncias presentadas en su contra.

La información más reciente sobre su paradero indica que el exmiembro reside en el sur de Italia. No obstante, ya no goza de la protección de la Santa Sede, lo que permite a la justicia peruana tomar medidas para que enfrente las acusaciones de los presuntos delitos.