Por: Alejandro Marco Aurelio Capcha Hidalgo
Periodista: Reg.-N°-4654-
Es incuestionable las cifras de pobreza del INEI que son de pánico. Aproximadamente más de 9 millones y medio viven en esas circunstancias. En el área urbana la pobreza llega a 26.4%, y en el sector rural a 39.8%. Estas cifras preocupan y definitivamente no hay tiempo que perder. El compromiso y la responsabilidad es ayudar a la gente a alejarse de la pobreza. Elaborando lo más pronto con la gente del campo que, implica impulsar el binomio agroexportación-gastronomía-. Mejores tierras fértiles, abundante agua y aplicar los cuatro factores de producción, junto con el trabajo, la tierra y la tecnología. (capitales frescos.)
Las dos últimas décadas hemos dado un brinco de US$ 500 millones a US$ 10 mil millones en exportación de productos agrícolas. Si el gobierno quiere ciertamente impactar globalmente, y ayudar a nuestra gente a salir de la pobreza necesitamos enlazar la agricultura familiar a la locomotora de la agroexportación.
Un ejemplo de ello, observemos lo que pasa en México. Este país exporta US$ 53 mil millones en productos de la tierra: US$ 2,500 millones en tomate, US$ 2,500 millones en palta y US$ 2,400 en frutos rojos. Además de US$ 5,100 millones en cerveza y 3,800 millones en tequila. No hay restaurante en el mundo que no importe los productos agrícolas y bebidas del país charro.
Sin duda alguno, el turismo gastronómico debe ser una POLÍTICA de ESTADO. No solo un arte culinario, sino también una oportunidad para avivar el campo, de la mano de la identidad y cultura. Hay que subrayar que tenemos 21 tratados de libre comercio con diversos países del mundo que nos permiten mirar con optimismo el mercado internacional.
Piura e Ica son actualmente un emporio agroexportador. Chavimochic, Olmos y Chinecas ampliarán la frontera agrícola y ojalá también diversifiquen y democraticen la propiedad de la tierra. El Puerto de Chancay dinamizará el agro de Cañete, Huaral y Chancay. Tenemos las condiciones para seguir creciendo.
En nuestro país existe personas de buena voluntad y expertos para continuar promoviendo nuestros productos de bandera regionales. Y seguirán conectando al país con el mundo, abriendo mercados y oportunidades.
Resaltar y promover la exportación de productos agrícolas peruanos e internacionalizar la cocina peruana es una tarea conjunta que requiere el compromiso y la colaboración de todos los actores involucrados. Solo así podremos aprovechar todo el potencial que una buena mesa tiene para satisfacer y ofrecer al mundo.
Los emprendedores en este rubro con habilidad y destreza han conseguido captar, triunfar la sapidez, el gusto y el paladar alrededor del mundo. Ahora nos queda imitar al país de México; incorporando a los pequeños y medianos agricultores a la gran cadena de la agroexportación gastronómica. Con una política de Estado sostenida en este tema reduciremos la pobreza en el campo.
Obviamente que nada de esto será posible si antes no construimos en el país la estabilidad política necesaria para atraer las inversiones e invertir en salud y educación, infraestructura y seguridad. Primordialmente con una estabilidad política, estoy seguro que el país crecerá en este rubro.