Las ollas comunes representan el espíritu de lucha, dan ejemplos de resiliencia y organización para subsistir. A nivel nacional, se tiene registro de 4,000, aproximadamente, y la ciudad de Lima concentra un poco más del 90%.
Sin embargo, cerca del 77% de estas se encuentran en riesgo de desaparecer por no cumplir con los requisitos exigidos por el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) para reconocerlas como Organizaciones Sociales de Base (OSB), lo cual las ayudaría para acogerse al Programa de Complementación Alimentaria (PCA).
Según el artículo 5.1.3 del decreto supremos que reglamenta la ley de ollas comunes (DS n° 002-2022-MIDIS), dichas agrupaciones deben estar distanciadas, por lo menos, 500 metros una de la otra o de un comedor popular; caso contrario, no se les tomará en cuenta para el registro.
En ese sentido, la presidenta de la Red de Ollas Comunes de Lima Metropolitana, Fortunata Palomino, en comunicación con el diario La República, expresó que se debe respetar el lugar de origen de las ollas comunes. Además, agregó que si se va a transitar, se hará con todas, no desean que ninguna se quede afuera.
Asimismo, el Centro Peruano de Estudios Sociales (Cepes) advirtió que, solo en Lima y Callao, 8 de cada 10 ollas comunes podrían cerrar por el reglamento del Midis. Ante esta situación, Palomino indicó que el próximo 8 de marzo marcharán hasta la sede del Midis para exigir el cambio de dicho artículo y un aumento en el presupuesto.
Por otra parte, la directora general de Diseño y Articulación de las Prestaciones Sociales del Midis, Karim Jiménez, señaló a La República que ninguna olla iba a cerrar, ya que según la ley de presupuesto establecido para el 2024, todas las ollas comunes serán atendidas así no transiten al PCA.