Un convoy de tractores ‘asedia’ Bruselas mientras la UE aprueba una ayudaadicional para Ucrania

Un convoy de tractores impide el paso en todas las entradas de Bruselas.

En un contraste impactante, la ciudad de Bruselas fue testigo de dos situaciones opuestas, reflejando la complejidad de los desafíos que enfrenta la Unión Europea. Mientras los líderes europeos lograban superar la resistencia del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, para desbloquear una ayuda crucial de 50.000 millones de euros a Ucrania, miles de agricultores protestaban en el corazón de la capital belga contra las políticas agrícolas de la Unión Europea.

En la cumbre extraordinaria del Consejo Europeo, se anunció el acuerdo unánime de los 27 países miembros para proporcionar una ayuda adicional de 50.000 millones de euros a Ucrania durante los próximos cuatro años. Este acuerdo, que se había visto obstaculizado previamente por el veto de Orbán, fue recibido con entusiasmo por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien lo calificó como una prueba de la “fuerte unidad” de la UE.

Mientras tanto, las protestas agrícolas, que han ido ganando fuerza en las últimas semanas en varios países europeos, llegaron a su punto culminante en Bruselas. Miles de trabajadores del campo, respaldados por asociaciones y lobbies del sector, realizaron una histórica manifestación en el barrio europeo. La policía respondió con cañones de agua después de que los manifestantes prendieran fuego a montañas de neumáticos y derribaran una estatua de 1871 en la plaza de Luxemburgo, en un acto de descontento contra las políticas agrícolas de la UE.

Las quejas de los agricultores se centran en la agenda climática de la UE, la estrategia “de la granja a la mesa” y los estándares que aplican al campo europeo, argumentando que no se aplican de manera equitativa a los productos agrícolas de países terceros. La manifestación ha reunido a agricultores de diferentes países, cada uno con sus propias preocupaciones, desde cuestiones proteccionistas en Francia hasta recortes de subvenciones en Alemania.

Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, intentó abordar las preocupaciones creando un “diálogo estratégico” con representantes del sector agrícola. Sin embargo, la magnitud del problema político va más allá de las cuestiones financieras, ya que líderes como Emmanuel Macron consideran que se necesita una discusión a nivel de jefes de Estado y de Gobierno debido a las múltiples ramificaciones del asunto.

En este contexto, la figura de Orbán ha sido polémica, acusado de chantajear a la UE para obtener el desbloqueo de fondos europeos mientras mantiene estrechos lazos con Moscú. La impaciencia ha crecido entre los líderes europeos, como expresó el primer ministro polaco, Donald Tusk, quien declaró: “No estamos cansados de Ucrania, estamos cansados de Orbán”.

Con las tensiones agrícolas y políticas en aumento, la Unión Europea enfrenta un desafío significativo para abordar tanto las demandas de sus agricultores como la situación geopolítica en Europa del Este.