Dentro de un trabajo anterior, se expone información de la revelación en cuanto al cambio de color de ambos planetas, ocasionando que Neptuno perdiera la intensidad de su color azul, y que Urano cambiase de color, tornándose más verde en los solsticios. Se descubrió el cambio a través de las ligeras diferencias entre uno y otro, debido a la reconstrucción de los colores que presentaron las imágenes tomadas por la nave espacial Voyager 2.
Para lograr determinar de forma más exacta el color real de Urano y Neptuno, se vio la necesidad de combinar los datos del Telescopio Espacial Hubble con observaciones recientes en la Very Large Telescope (telescopio avanzado), registrando un espectro completo y continuo que cubre todos los colores los cuales pueden observarse con el ojo humano.
Permitiendo mayor facilidad para el reconocimiento de los colores reales que se pueden ver a partir del ojo humano de ambos planetas, todo ello, mediante el procesamiento realizado por las cámaras de Voyager 2 y Hubble.
Dato revelador:
Mediante un dato actual, se descubrió que, al tener ambos procesamientos, se revela que las primeras imágenes de Urano sí corresponden con lo que ahora se cree de su color, mientras que las primeras imágenes de Neptuno son un azul más oscuro. Es por ello que, dado que el propósito inicial es comunicar nuevos descubrimientos, se consideró preferible una versión mejorada de las imágenes más actuales, generando un descubrimiento más real, en lugar de una versión llamada “casi idéntica” en la que las características aparecieran desteñidas.