Un informe publicado el 30 de noviembre en The Astrophysical Journal Letters dio a conocer que, un equipo internacional de astrónomos encontró agua y otras moléculas en la región interior de un disco de protoplanetas con ayuda del telescopio espacial James Webb, lo que indicaría que podrían formarse planetas rocosos similares a la Tierra en algunos entornos muy extremos.
El hallazgo representa uno de los primeros resultados del programa Entornos Ultravioleta Extremos del James Webb (XUE, por sus siglas en inglés), que se centra en la caracterización de los discos giratorios de gas, polvo y rocas, donde se forman y evolucionan los planetas.
El XUE observa 15 discos en total, en tres zonas de la nebulosa de la Langosta, también conocida como NGC 6357, que está situada a 5.500 años luz de la Tierra y representa uno de los complejos de formación estelar masiva más jóvenes y cercanos. Además, alberga unas de las estrellas más masivas y calientes de la Vía Láctea, que generan altos niveles de radiación ultravioleta.
El primer resultado se centra en el disco protoplanetario denominado XUE 1, situado en el cúmulo estelar Pismis 24, que se encuentra constantemente expuesto a altos niveles de radiación ultravioleta. El equipo se sorprendió al descubrir que XUE 1 también se encuentra repleto de polvo de silicato y parcialmente cristalino que podría servir como bloques de construcción para planetas rocosos. Además, los investigadores hallaron restos de moléculas como monóxido de carbono, dióxido de carbono, cianuro de hidrógeno y acetileno.
Para los investigadores, el hallazgo es significativo ya que todas estas moléculas, necesarias para generar vida como en la Tierra, fueron encontradas cerca de radiación ultravioleta extrema. Anteriormente se creía que estos entornos no eran adecuados para la formación de planetas rocosos, pero este nuevo descubrimiento sugiere que los planetas similares a la Tierra se pueden formar en una gama de entornos cósmicos más amplia de lo que se pensaba, por ello, el equipo señaló que continuar las observaciones de XUE 1 es crucial para establecer un patrón de estas propiedades.