Hoy, la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco) ha presentado una serie de reformas como respuesta a la recesión económica que atraviesa el país, mencionando que “todos deben estar comprometidos” en respuesta a las últimas declaraciones del ministro de economía Alex Contreras.
El gremio, resaltó que el sector de la construcción experimenta una caída del 9.6% en la actividad constructora nacional en agosto, acumulando ocho meses consecutivos en declive e indicando que “El Ministerio de Economía y Finanzas, ha centrado su estrategia de recuperación en una mayor ejecución de la inversión pública”.
Asimismo, el director ejecutivo de Capeco, Guido Valdivia, señaló que “Solo la mitad del monto comprometido corresponde a inversiones y que una parte significativa de la inversión en obras estará a cargo de los gobiernos regionales y locales, que enfrentan desafíos en la selección de ejecutores y gestión de proyectos”.
Es así como Capeco propone medidas de corto plazo para estimular la economía, como la modificación de reglamentos de contratación pública, un mayor compromiso del gobierno para reanudar obras paralizadas, un seguimiento cercano a la ejecución de obras, la corrección de medidas que afectan el mercado inmobiliario residencial y un plan integral de atención a la emergencia causada por el Fenómeno El Niño.
Además, la empresa considera que estas reformas deben concretarse en un nuevo pacto político y social, posiblemente a través del Acuerdo Nacional, con mayores prerrogativas y una composición que incluya a nuevos actores sociales y estableciendo la responsabilidad como el compromiso para poder salir de esta situación.
“Se subraya la importancia de establecer plazos y compromisos para que las reformas esenciales estén vigentes antes de las elecciones presidenciales de 2026”, sostuvo.
Finalmente, Capeco destaca riesgos potenciales para el crecimiento económico en los próximos meses, incluyendo la posibilidad de un Fenómeno El Niño moderado y el aumento de la inflación y tasas de interés debido al escalamiento del conflicto en el Cercano Oriente y el aumento de los precios de los productos básicos.