Un equipo internacional de paleogenetistas, conducidos por la Universidad de Estocolmo, secuenciaron por primera vez el ARN del tejido muscular y la piel de un tilacino o tigre de Tasmania (‘Thylacinus cynocephalus’), conservado en desecación en el Museo Sueco de Historia Natural durante 130 años.
El tigre de Tasmania, conocido como el único superdepredador marsupial de Australia, se extinguió debido a la caza humana, las enfermedades, la destrucción de su hábitat y la competencia de especies invasoras. Su población se mantuvo a un buen nivel hasta la década de 1830, pero a lo largo de los 100 años siguientes se acabó extinguiendo.
Según Emilio Mármol, de la Universidad de Estocolmo y autor principal de la investigación, lo que pretenden es “resucitar” al tigre de Tasmania o al mamut lanudo, hecho que requerirá un conocimiento profundo de la regulación tanto del genoma (ADN) como del transcriptoma (ARN) de especies tan reconocidas.
Durante la investigación, se pudo identificar firmas de expresión genética específicas de los músculos y la piel que se asemejan a las de los mamíferos placentarios y marsupiales actuales. Asimismo, se recuperó ARN de muy buena calidad que permitió la descripción de genes faltantes de ARN ribosómico encargados de la síntesis de proteínas y microARNs que modulan la expresión de los genes; siendo la primera vez que observan la existencia de genes reguladores específicos del tilacino.
Cabe destacar que, los esfuerzos recientes para “resucitar” al tigre de Tasmania están respaldados en que su hábitat natural todavía se conserva en su mayor parte, por lo que consideran que su reintroducción podría ayudar a recuperar los equilibrios ecosistémicos perdidos después de su desaparición.