A mediados de la década de 1980 una palabra terminó armonizando un antiguo dilema que sobrevivía dentro de las comunidades de descendientes de japoneses en Perú. ¿Llamarse peruano o japonés? Nikkei fue el vocablo escogido, el término para identificar y celebrar el aporte y mixtura de dos grandes culturas. Reconocerse, ser y estar era necesario. Para aquellos años, la comunidad ya superaba las 45 mil personas, según un censo registrado por la Asociación Peruano Japonesa (APJ). Ahora, casi cuatro décadas después, estos números se han multiplicado. Un reciente cálculo estima que suman 200 mil personas en el país, conformando una de las comunidades de japoneses y sus descendientes más numerosas en el mundo.
VENANCE SHINKI HUAMAN. Pintor
“Los primeros hijos de inmigrantes escucharon en su infancia que un día toda la familia iría a Japón, ese país que solo se conoce de oídas. No se fueron y la cultura paterna y el ambiente crearon un nuevo grupo de mestizos en el Perú: los nisei, luego vinieron otras generaciones, todas conocidas como nikkei”, explica notablemente el libro la memoria del ojo (Lima, 1999), escrito por José Watanabe, Amelia Morimoto y Martín Chambi.
Hasta seis generaciones han pasado ya desde que los primeros inmigrantes japoneses pisaron por primera vez esta tierra. Ocurrió en 1899, cuando el 3 de abril arribó el barco Sakura Maru con 790 hijos del sol naciente. La mayoría eran agricultores que tenían por destino las grandes haciendas azucareras ubicadas en la costa peruana.
JORGE TOYAMA MIYAGUSUKU. Reconocido abogado laboralista.
Bastarían apenas ocho años para que se establezca la primera agremiación japonesa formada en el país. Se trató de la Asociación de Peluqueros Japoneses en Lima. En 1908 se fundaría la primera escuela japonesa en Cañete, y la tan importante y esperada Asociación Peruano Japonesa vería la luz en 1917.
MARTÍN TANAKA. Historiador, sociólogo y politólogo peruano.
En 1923 terminarían la migración a tierras peruanas por contrato, por lo que, a partir de allí, todos los viajeros de la nación asiática lo harían en condición de inmigrantes libres, iniciando así una migración masiva a las zonas urbanas, donde los japoneses establecieron negocios como pulperías, peluquerías y cafetines.
DORIS MOROMISATO. Poeta, escritora, gestora cultural, investigadora.
Los episodios que vinieron en años posteriores fueron tanto dulces como amargos, dolorosos y alegres. Pero siempre por delante estuvo la dignidad y esfuerzo que no hizo sino consolidar una extensa relación que hoy todos agradecemos. Basta revisar los notables nombres que han pertenecido y que actualmente enorgullecen a los descendientes de inmigrantes japoneses. En el arte, la literatura, la gastronomía, la política, los negocios, los deportes, la música. La comunidad nikkei es transversal a toda la cultura peruana. Perú es nikkei, hoy más que nunca.
Algunos Datos:
- La comunidad nikkei en Perú es la segunda mas grande de Sudamérica, después de Brasil.
- La cocina nikkei, que nace de las estufas de los hogares de inmigrantes japoneses, es hoy un estándar de la cultura gastronómica peruana.
- En 1917 se creo la Sociedad Central Japonesa, hoy la Asociación Peruano Japonesa, una de las instituciones mas representativas de la comunidad nikkei en el Perú.
Recordemos que el 14 DE JUNIO DE 2011, el gobierno peruano pidió disculpas a la comunidad nikkei por los abusos sufridos por los japoneses y sus descendientes durante la Segunda Guerra Mundial en nuestro país.