Tras la modificación de rutas establecidas por la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU), un conjunto de conductores de transporte impiden el avance de los autobuses alimentadores del sistema troncal del Metropolitano en la intersección de las avenidas Naranjal y Túpac Amaru, ubicadas en el distrito de Independencia.
Los transportistas muestran su desacuerdo con la medida tomada por la ATU y su exigencia de modificar 16 rutas a múltiples empresas de transporte público en Lima para que estos no coincidan con las rutas del metropolitano y corredores complementarios.
Se observa una situación caótica donde numerosos pasajeros se ven obligados a caminar en busca de autobuses para llegar a sus lugares de trabajo. En respuesta a esta situación, agentes de la Policía Nacional llegaron al área con el objetivo de garantizar la libre circulación y evitar bloqueos.
A pesar de los esfuerzos de la policía por mantener el flujo de tráfico, se produjeron enfrentamientos entre los oficiales y los manifestantes, quienes se resistieron. Durante estos incidentes, se utilizaron bombas lacrimógenas, provocando una situación de tensión en la zona.