El Papa Francisco ha designado al cardenal Mateo María Zuppi como su enviado especial para crear un ambiente propicio para la paz duradera y justa, entre Rusia y Ucrania. El objetivo no es mediar, sino abrir el diálogo y allanar el camino hacia la paz.
El cardenal Zuppi, presidente de la conferencia episcopal italiana, viajará a Moscú, la capital rusa, con la bendición de Dios para buscar soluciones a esta trágica situación actual. Su visita está programada para los días 28 y 29 de junio, en un momento en que Rusia sale de una crisis focalizada por el grupo Wagner.
El propósito del cardenal Zuppi es explorar posibles vías de diálogo que conduzcan a la conclusión del conflicto en Ucrania. Abrir el diálogo es abrir el camino hacia el fin de la guerra. El cardenal ya ha tenido reuniones en Kiev, los días 5 y 6 de junio, incluso se reunió con el presidente Volodymir Zelenski. Durante su visita a Rusia, estará acompañado por un funcionario de la Secretaría de Estado del Vaticano, según informa una nota diplomática.
El gobierno ruso observa esta misión con interés y expectación, como expresó Alexander Grushko, viceministro de Asuntos Exteriores. Los obispos italianos rezan a la Virgen Reina de la Familia Humana, para que muestre a los pueblos el camino de la fraternidad y otorgue paz al mundo. Las esperanzas están puestas en que esta reunión logre alcanzar una paz justa.
El Papa ha hablado anteriormente sobre una misión de paz para Ucrania y el cardenal Pietro Parolín, secretario de Estado del Vaticano, ha afirmado que el objetivo inmediato de esta misión no es mediar, sino crear un clima favorable que conduzca al camino de la paz. Inicialmente, se centrarán en Moscú y Kiev, y luego se verá si se involucran Washington y Pekín. Nadie debe quedar excluido de esta iniciativa.
El cardenal Zuppi ha sido interrogado varias veces por la prensa sobre su misión como enviado del Papa, y sus respuestas han sido emotivas hasta las lágrimas. Esta tragedia ha durado ya 15 meses y, durante su visita a Ucrania, el cardenal se detuvo a rezar en Bucha, una ciudad cercana a la capital, que fue noticia al comienzo del conflicto debido a la masacre indiscriminada de civiles abandonados en las calles o arrojados en fosas comunes.
El objetivo final es lograr una paz duradera y justa. La misión del cardenal Zuppi es un rayo de esperanza en medio de la oscuridad.