Un estudio de la Universidad Atlántica de Florida (FAU), en Estados Unidos, revela que ciertas bacterias tienen la habilidad de adherirse a los microplásticos acuáticos. Esto les permite infectar animales, por lo que representa una amenaza no solo para muchas formas de vida marina, sino también para las personas que tengan el suficiente contacto con una fuente de infección.
La nueva investigación desvela cómo la interacción entre las algas Sargassum spp., los desechos marinos plásticos y las bacterias Vibrio genera lo que algunos han apodado coloquialmente como la «tormenta patógena perfecta».
Para llegar a estos resultados, se analizaron los genomas de 16 cepas de Vibrio aisladas de larvas de anguila, residuos marinos plásticos, algas Sargassum y muestras de agua de mar. Estas se recolectaron en el mar Caribe y en el mar de los Sargazos del Atlántico Norte.
Los científicos descubrieron que las bacterias Vibrio patógenas inspeccionadas tienen la capacidad única de «adherirse» a los microplásticos y que estos microbios podrían estar adaptándose al plástico.
Es importante señalar que las bacterias Vibrio habitan en aguas de todo el mundo y son una de las causas principales de muerte de humanos por infección en el medio marino. Por ejemplo, la Vibrio vulnificus, a veces llamada bacteria carnívora, puede causar enfermedades de transmisión alimentaria potencialmente mortales, así como enfermedades y muerte por infecciones en heridas abiertas.
«Otra cosa interesante que descubrimos es un conjunto de genes llamados genes ‘zot’, que causan el síndrome del intestino permeable», explica Tracy Mincer, miembro del equipo. «Por ejemplo, si un pez se come un trozo de plástico y se infecta por estas bacterias Vibrio, lo que provoca un intestino permeable y diarrea, va a liberar desechos con nutrientes como nitrógeno y fosfato que podrían estimular el crecimiento de los sargazos y otros organismos en las inmediaciones».