Edgar Alarcón, el contralor general de la República, mediante una carta notarial dirigido al humorista Carlos Álvarez, hizo sentir su malestar por ser imitado, ya que «pretende atribuirle con la comisión o complicidad con actos ilícitos o corruptos», y de continuar con la caracterización lo denunciará.
Según Alarcón, el imitador Carlos Álvarez, está incurriendo en una falta, puesto que, está mostrando mediante el personaje ficticio “Edgar Alacrón”, que sí es culpable de las acusaciones de compra y venta de vehículos, entre el 2002 y 2015.
“Hace expresa referencia al cargo de contralor como una persona que participa de la comisión de comportamientos ilícitos o reñidos con la ética pública y que tengo un gusto exacerbado por el dinero, dejando el mensaje de que el contralor comete o está involucrado en actos de corrupción”, asegura.
Asimismo, menciona que “lesiona mis derechos fundamentales al honor y la buena reputación consagrados en el numeral 7 del artículo 2 de la Constitución Política del Perú”. Y concluye “Debo rechazar categóricamente y manifestarle mi indignación por la relación que usted, por medio de la caracterización, hace de mi persona, de la figura del contralor”, concluyó de manera enérgica el contralor.
R.C