Luego de 50 años de investigaciones, el bullying continúa sucediendo: ¿qué estamos haciendo para evitarlo?

A más de medio siglo del primer estudio al respecto, el bullying continúa siendo habitual

En la década de 1970, el sueco-noruego Dan Olweus inició la primera investigación mundial sobre este tipo de violencia. (Foto: Infobae)

Después cinco décadas de investigaciones, aún no existen respuestas claras en torno al bullying, pues la tarea pendiente continúa siendo la formación vivencial en las aulas y familias. Cabe señalar que el acoso escolar se caracteriza por romper el equilibrio y la estabilidad psíquica de la víctima.

Si existe algo sobre las dinámicas escolares que se ha aprendido en las últimas décadas, es el reconocer que no es solo importante dirigir los esfuerzos en la mejora de los aprendizajes de la lengua, la matemática y las ciencias, sino que existen factores que es imprescindible considerar, ya que condicionan el enseñar y aprender. Las preguntas que continúan sin respuesta son las siguientes.

¿Cómo reconocer las diversas formas de violencia en la escuela y sus efectos en los alumnos que la sufren

¿Qué elementos integran las percepciones de los estudiantes sobre los maltratos y las violencias?

¿Qué impacto tienen las violencias en el desempeño académico, el desarrollo personal y en el clima institucional?

¿Cuántos son los alumnos que sufre el acoso de sus compañeros?

Sin embargo, luego de tantas teorías y promesas, la pregunta obligada es: ¿Qué estamos haciendo?

Es importante señalar que se ha hecho visible el impacto de la violencia en los aprendizajes a partir del estudio mediante las Pruebas Aprender 2019, donde se conoció que un 75% de los estudiantes percibe que existe discriminación por el “aspecto físico” o un 54,5% que observa amenazas y agresiones.

Asimismo, la literatura especializada reconoce distintos aspectos que definen el clima escolar: la estima al colegio por parte de los alumnos, el orden y la seguridad, las instalaciones del colegio, y la convivencia en la escuela. Este último factor se vincula con el acoso entre los estudiantes o bullying.

Por otro lado, en la década de 1970, el sueco-noruego Dan Olweus inició la primera investigación mundial sobre este tipo de violencia persistente. En 1973 los resultados de sus estudios fueron publicados en Suecia y en los Estados Unidos en 1978, bajo el título “La agresión en las escuelas: Los bullyies y niños agresivos.”

El concepto de bullying proviene de una adaptación del concepto de acoso moral que se da también en otros ámbitos, sobre todo el laboral. Sea en la escuela o en el mundo del trabajo, las acciones van encaminadas a romper el equilibrio y la estabilidad psíquica de la víctima.

Sin embargo, debemos considerar que, en la escuela, el que sufre acoso se encuentra en pleno desarrollo de su personalidad y al estar en una situación de mayor indefensión, las consecuencias pueden ser graves y duraderas.

En consecuencia, es importante delimitar y definir con claridad el término bullying y evitar utilizarlo como sinónimo de todo tipo de violencia que se presenta en la escuela. Pese a la gran cantidad de información que circula sobre este tema, es necesario desarrollar más trabajos de investigación, con estricto rigor metodológico, que permitan mostrar particularidades y dinámicas en distintos contextos,