El microcospio operatorio tiene múltiples beneficios en tratamientos como la endodoncia, pues permite permite a los dentistas desempeñar un trabajo de la manera menos invasiva posible, así como conseguir resultados que no provocan dolor en los pacientes.
¿Cómo ayuda el uso del microscopio operatorio?
La endodoncia es un proceso minucioso en el que se trabaja sobre espacios minúsculos. Las endodoncias tradicionales se realizan con la ayuda de lupas de aumento y luces frontales. Sin embargo, los expertos comenzaron a utilizar la endodoncia microscópica, puesto que, el aumento de hasta 250x frente al de aproximadamente 5x de las lupas de aumento, permite una visión mucho más precisa de la zona a tratar.
Asimismo, el dentista puede trabajar con un gran nivel de detalle, al permitir ver con toda claridad el interior del diente. Esto permite la identificación de problemas que, de otro modo, quizá podrían pasar por alto, especialmente en casos complejos.
Su uso permite practicar endodoncias menos invasivas, lo que reduce las molestias tras la intervención y el tiempo de recuperación. De igual forma, mejora la experiencia del paciente, ya que es un proceso más rápido, sencillo y cómodo.
¿Cuándo se practican las endodoncias?
La endodoncia consistente es la extracción de la pulpa dental que se encuentra en el interior del diente, en el caso de que esté infectada e inflamada, para limpiar el conducto radicular y pasar al relleno del diente con termosellado para lograr un resultado perfecto.
Esta afectación de la pulpa dental suele ocurrir como consecuencia de una caries no tratada o un traumatismo, lo que puede conducir a la pérdida de la pieza, algo que se quiere evitar a toda costa a través de la endodoncia.