La obra ofrece un punto de vista subjetivo acerca de la belleza y pluriculturalidad que tiene la ciudad de Carabaya, ubicada en Puno, mostrando desde piezas antiguas arqueológicas prehispánicas hasta templos de tiempos históricos virreinales, los cuales se encuentran detallados en esta obra. Uno de los aspectos más abordados por el libro y que llama más la atención es la gran cantidad de arte rupestre que se ha registrado dentro de las cuevas ubicadas en las zonas históricas e incluso en monumentos de piedra cerca a ellas.
Selva Baja
El encargado de la parte de preservación y cuidado de las pinturas rupestres y petroglifos, Rainer Hosting, dio algunas palabras para el «Diario Oficial El Peruano» sobre las distintas antigüedades que se hallaron en los distritos más orientales, localizados en el lado de la cordillera que da a la Amazonía. Asimismo, algunos de estos hallazgos incluso son considerados pertenecientes a las regiones de Selva Baja. “Es un primer abordaje a las pinturas rupestres y petroglifos de esa zona”, menciona Hosting.
Además, relató que existen pocos o casi nulos trabajos previos de cualquier tipo de formas de archivo sobre estas muestras culturales, así como también los bajos índices de nuevos descubrimientos. “No se podría decir que son obra de una etnia amazónica”, expresó ante una pregunta, con relación a los autores propietarios de estas expresiones artísticas. Sin embargo, sí señaló que es de un período no muy remoto, calculando cada cultura y su historia desde el Intermedio Tardío hasta el Horizonte Tardío.
Camélidos e Iconografía
Rainer Hosting mencionó que las etnias amazónicas han influido e inspirado en la iconografía y hasta en los mismos glifos. No obstante, destacó las numerosas representaciones de camélidos. “Ellos eran importantes para el intercambio de bienes entre los distintos pisos ecológicos”, añadió el especialista en arte rupestre.
Proporcionó bastantes datos interesantes que a la vez son algo indiferentes con la cultura, tales como que el estudio del Qhapaq Ñan no ha tenido ninguna preocupación por los caminos incaicos, y algunos preincaicos, del lado oriental de la cordillera. También, el ejemplo que planteo acerca de los tramos que hay en Sandia y Carabaya. El momento en que indicó que se calculan cerca de 600 sitios arqueológicos se que existen en Carabaya. y, finalmente, cuando explicó que existen varios tramos que tendrían un valor turístico de un peso muy importante. Debido a esto, sostuvo que se necesitan ponerlos en valor para que no se pierdan o se olviden y así, aunque sea, se puedan conservar dichos conocimientos.
