La madrugada del día 3 de marzo el escritor japonés y Premio Nobel de Literatura, Kenzaburo Oé, falleció por causas naturales, según anunció este lunes su editorial nipona «Kodansha». En un comunicado que la editorial mandó e hizo público pidió que no se entreviste por respeto a la familia, señalando que ya se había honrado a Oé con el funeral respectivo en la intimidad y, posteriormente, dio a conocer que pronto se realizaría una ceremonia pública.
Nacido en 1935, Oé crece y pasa toda su infancia junto a su familia en un valle boscoso, en la isla de Shikoku, en la prefectura de Ehime al suroeste de Japón, un lugar que frecuentemente menciona en la mayoría de sus escritos, describiéndolo como una pequeña parte del universo. Asimismo, se le conoce por la postura pacifista y antinuclear que presentaba, además, forma parte de una generación de escritores que fueron muy afectados de una manera profunda, debido a la Segunda Guerra Mundial, pero que se caracteriza por su gran esperanza y paciencia ante un renacimiento.
Durante su adolescencia, toma la desición de ir a estudiar Literatura francesa en la reconocida y prestigiosa Universidad de Tokio, y es desde ese entonces que empieza su carrera literaria, a la cual se dedicaría a tiempo completo más adelante. En 1958, Kenzaburo Oé gana el famoso premio Akutagawa, dirigido a jóvenes autores, a la edad de 23 años con su obra «La presa», cuya historia narra acerca de un piloto afroestadounidense aprisionado en una pequeña comunidad rural japonesa, mientras se desarrollaba la Segunda Guerra Mundial. Publica su primera gran novela, ese mismo año, titulada «Arrancad las semillas, fusilad a los niños», una fábula social que trata sobre cómo y en qué condiciones vivían los niños de un centro correccional en Japón durante la guerra.
En 1994, se le otorga honorablemente el Premio Nobel de Literatura por crear, con una gran fuerza poética, «un mundo imaginario donde la vida y el mito se condensan para formar un retrato desconcertante de la frágil situación humana», en palabras del comité. Tiempo después, causa revuelo con su rechazo de la Orden de la Cultura, la cual es una distinción japonesa otorgada por el emperador, al no encontrarse de acuerdo y tomar su propio punto de vista, Kenzaburo Oé se convirtió en el blanco de varias críticas y amenazas.
A pesar de todas las adversidades, el autor logró volverse uno de los escritores más grandes y célebres, logrando su début literario con el texto “Un trabajo extraño” (1957), el cual saltó a la fama de la mano de “Cuadernos de Hiroshima” (1965), relato de su viaje a esta ciudad del sur de Japón en 1963 y años posteriores cuyo fin fue el de entrevistar a las víctimas del bombardeo atómico de 1945.