Atentado en el Vraem: Familias destrozadas, metas y sueños truncados de 7 agentes tras emboscada

El último sábado, un grupo de narcoterroristas terminó con la vida de siete policías que cumplían labores en el Vraem, hiriendo también a la familia, amigos y conocidos que hoy lloran su partida.

Seis de los siete cuerpos de los policías asesinados llegaron a Lima.

Uno de los policías caídos fue el suboficial PNP Sandro Villegas Corahua, de 24 años, nacido en Acari, Arequipa, y a quien recuerdan como destacado en el deporte y tener desde pequeño una inclinación hacia la profesión policial.

Otro caído fue el suboficial PNP Iván Muñoz Fasabi, de 34 años, de Celendín, Cajamarca. Muñoz se especializó en lucha antiterrorista y brigadas de búsqueda, rescate policial y operaciones de emergencia.

Uno más fue el suboficial PNP Wilder Eliseo Conozco, de 39 años, de Huaribamba, Huancavelica, a quien recuerdan por su buena técnica en el fútbol. Cuando acabó el colegio se preparó en el servicio militar por dos años para ingresar a la PNP, logrando hacerlo en el primero de sus intentos.

También el suboficial Williams Quispe Anchay, de 38 años. Quispe luego de egresar en 2008 pasó a la Dirandro, USE Salvataje, Región Policial de Piura, entre otros. Deja dos hijos en la orfandad.

El suboficial PNP Luis Cerrón Palacios (48), de Chupaca, Junín, fue condecorado con el grado de Caballero en 2018 por “servicios meritorios”. La misma condecoración recibió el suboficial PNP Alfredo Loayza de 52 años en 2020.

Los restos del suboficial PNP Juvenal Collahuacho, de 30 años, de Ayacucho, fueron los únicos que no llegaron a Lima para la ceremonia. En su ciudad natal de Acco fue velado en medio de una multitud que lloró pérdida del valeroso policía.