Una investigación realizada por el Centro de Investigación en Sanidad Animal (INIA-CSIC) y el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa han identificado que la proteína viral pEP84R es clave para la formación del virus de la peste porcina africana, el cual provoca una enfermedad que afecta a más de 50 países. Los resultados fueron publicados en la revista PLOS Pathogens.
Los estudios revelaron que la arquitectura molecular del virus está formada por cinco capas concéntricas y más de 70 proteínas diferentes. Durante la morfogénesis viral, los componentes internos del virión se enlazan bajo una membrana lipídica donde se encuentra incorporada la proteína pEP84r. Esta macromolécula interactúa con uno de los componentes de la estructura interna del virus, de modo que de esta forma se termina anclando esta proteína con el resto de la partícula viral.
Por consiguiente, los científicos utilizaron virus modificados genéticamente y técnicas de inmunomicroscopía confocal y microscopía electrónica para demostrar que la ausencia de la proteína pEP84R genera un drástico desacoplamiento del ensamblaje viral que conduce a la formación de partículas virales vacías, que carecen de genoma.
“El hallazgo, además de explicar una etapa clave de la morfogénesis de uno de los virus más complejos que se conocen, identifica una diana potencial para el desarrollo de compuestos antivirales y proporciona también una estrategia para la generación de virus recombinantes vacíos, no infectivos, como posibles prototipos vacunales”, explicó el investigador del CISA Germán Andrés, director de la investigación.
Es importante señalar que la peste porcina africana es una enfermedad hemorrágica que afecta a los cerdos domésticos y salvajes, además que actualmente no existe una vacuna. Este virus no perjudica la vida del ser humano, pero genera un impacto económico de escala mundial. Por ejemplo, en China se sacrificaron 200 millones de cerdos debido a un brote en 2018.