A pocos días de comenzar la Copa del Mundo 2022, Qatar prohibió la venta de cerveza en los estadios y alrededores donde se desarrollará el evento deportivo y pone así en serios problemas al patrocinador Budweiser, que pagó aproximadamente US$ 75 millones a la FIFA para ser patrocinador del torneo.
El contrato le otorga a la cerveza de origen checo la exclusividad de las ventas y además exige a la empresa que proporcione grandes cantidades de cerveza para los socios de la FIFA e invitados, no obstante, con la última medida del Gobierno qatarí la situación se complica. Tras la confirmación, la FIFA publicó un comunicado en redes sociales en el que explicó la situación sobre las ventas de cerveza en los estadios del Mundial.
“Tras las conversaciones entre las autoridades del país organizador y la FIFA, se ha tomado la decisión de centrar la venta de bebidas alcohólicas en el FIFA Fan Festival, otros lugares de encuentro de los hinchas y los locales que dispongan de licencia para ello, y eliminar los puntos de venta de cerveza del perímetro de los estadios de la Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022″, publicaron en el sitio web.
Sin embargo, agregaron que no se verá afectada la venta de Bud Zero, (el producto sin alcohol de la marca), pues este seguirá estando disponible en todos los estadios mundialistas de Qatar. Según The New York Times, la medida provino de los niveles más altos del Estado de Qatar, en la que exigen que las carpas de cerveza deben ser removidas y que no habrá discusión al respecto sobre el asunto.
Asimismo, el diario Marca sostuvo que uno de los miembros más importantes de la realeza de Qatar había pedido que las concesiones de cerveza se trasladaran a lugares menos llamativos. El domingo se pudo ver el comienzo de esa redistribución de las carpas. “AB InBev fue informado el 12 de noviembre y está trabajando con la FIFA para reubicar los concesionarios en los lugares determinados”, dijo el lunes en un comunicado la empresa belga.
Cabe resaltar que, de acuerdo con medios internacionales, Budweiser, patrocinador principal del evento, podría exigir una indemnización millonaria al torneo, al no recibir la visibilidad requerida y no poder vender sus productos en los estadios.
Como se conoce, Qatar es un país musulmán en donde el consumo de alcohol está muy restringido y apenas puede ser consumido en algunos hoteles de Doha, su capital. Durante la disputa de la Copa del Mundo esta normativa se ha relajado, pero sigue sin poder comprarse alcohol en supermercados, además de sus precios elevados, con un litro de cerveza por encima de los US$ 15.
Por último, se dio a conocer que, para poder hacer frente al torneo futbolístico, en los hoteles, ‘fan zones’ y estadios se han habilitado ‘happy hour’ y se ha permitido la venta de alcohol, aunque con restricciones, para que la gente no pueda comprar más de dos cervezas al mismo tiempo.