Comentando el anuncio del repliegue de las tropas rusas de la orilla derecha del río Dniéper en la provincia de Jersón, el presidente de EE.UU., Joe Biden, ha afirmado que queda por ver si Ucrania «está dispuesta a comprometerse con Rusia».
«Me parece interesante que [los rusos] hayan esperado hasta después de las elecciones [intermedias] para hacer ese juicio, que sabíamos desde hace tiempo que iban a hacer, y es una prueba del hecho de que tienen algunos problemas reales», declaró el mandatario.
Paralelamente, destacó que Washington no satisface todas las solicitudes armamentísticas de Kiev, como la creación de una zona de exclusión aérea o el suministro de lanzamisiles HIMARS con proyectiles de largo alcance.
«Por cierto, no hemos dado a Ucrania un cheque en blanco», comentó el mandatario en referencia a las declaraciones del líder republicano en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, quien dijo el mes pasado que su partido no escribiría «un cheque en blanco» a Kiev de hacerse con la mayoría en la Cámara Alta.
«Hay muchas cosas que Ucrania quiere, pero no las hicimos. Por ejemplo, me preguntaron mucho si proporcionaríamos aviones estadounidenses para garantizar los cielos de Ucrania. Dije ‘no’, no vamos a hacer eso, no nos vamos a meter en una tercera guerra mundial, enfrentándonos a los aviones rusos y participando directamente», remarcó.