Se conversó con cinéfilos expertos sobre el proceso evolutivo de estos 3 icónicos personajes de las recordadas cintas de terror.
DRÁCULA:
Quien iba a pensar que un humano que vive como murciélago y bebe sangre d eotro se convertiría en una figura tan popular tras su creación en el siglo XIX por un no tan conocido autor llamado: Bram Stoker, era de viejo cuño en la literatura popular y el folclor oral, y tuvo sus apariciones en obras como el “Satiricón” de Petronio o “Las mil y una noches”.
Este vampiro se consagró bajo el nombre de Dracula y apareció por primera vez en 1897 Estaba inspirado en un personaje que existió en la vida real: Vlad Draculea, un señor feudal y héroe de guerra rumano que vivió a mediados del siglo XV, habitaba en un castillo que a la fecha es destino turístico de los fans del terror y a quien le atribuían comportamientos sádicos como clavar a sus prisioneros con estacas.
Su llegada a la pantalla grande fue en 1922, fue el director F. W. Murnau el encargado de hacerlo aparecer en la película “Nosferatu” a lo que el crítico en cine José Carlos Cabrejo dijo: “Esa estética de fotografías contrastada, de sombras marcadas, será influencia fundamental para el Drácula interpretado por Bela Lugosi en 1931”.
LA MOMIA:
Debido a que no es un ser vivo, pero tampoco muerto, este cadáver despierta más no renace, solo para castigar a quien se ose a molestar su descanso eterno. Se podría decir que este mito obtuvo cada vez más rasgos característicos con el pasar del tiempo, agregándole por ejemplo el detalle de las vendas.
Su origen es en el antediluviano Egipto, en la época faraónica donde la muerte de los nobles estaba marcada por rituales religiosos de gran simbolismo y aunque resulte completamente difícil ubicar exactamente su origen por la literatura popular, en el siglo XIX con su título “La novela de la momia” (1858), inspirada en el Antiguo Egipto fue escrita por Théophile Gautier.
El experto en películas nos dice al respecto: “Desde el cine mudo se daba el tema de representar a la momia. Hay intentos en Francia, Inglaterra y Estados Unidos en la primera década del siglo XX, aunque no eran historias muy consolidadas”, apuntó el crítico Raúl Ortiz Mory respecto a los primeros pasos de la momia en el séptimo arte. “En 1932, con la película ‘La momia’ (Karl Freund), es la que más ha influido y ha tenido más remakes. Fue protagonizada por Boris Karloff, el mismo actor que hizo de Frankenstein y abrió el camino hacia las secuelas del personaje”
FRANKENSTEIN:
En el siglo XIX, el cual fue conocido como el siglo de la novela, destacaron obras como: “Frankenstein o el moderno Prometeo”, escrito por Mary Shelley una autora de tan solo 20 años de edad, realizó una propuesta tan dramaturga y filósofa británica marcó un hito para la historia de la literatura al ser la primera novela de ciencia ficción moderna, que fue publicada en 1818.
Como son las anteriores, el séptimo arte, el cine acogió una adaptación para la pantalla grande que según los críticos definen como: “Frankenstein, parte del grupo de los llamados ‘monstruos clásicos’, de los que Universal produjo numerosas películas, tomándolos de la literatura. Frankenstein fue de los más exitosos para Universal, destacando las cintas taquilleras en las que es interpretado por Boris Karloff”.
En la actualidad estos personajes siguen vigentes y siendo representados en diversas películas y hasta dibujos animados y estas festividades sirven para hacerle llegar al público un poco más de historia al respecto.