Una nueva especie de caracol terrestre, que presenta pelos cortos y erizados a lo largo del caparazón, ha sido descubierta preservada en una pieza de ámbar de aproximadamente 99 millones de años.
En su estudio, publicado en la revista Cretaceous Research, el equipo dirigido por el doctor Jean-Michel Bichain del Museo de Historia Natural y Etnografía en Colmar, Francia, concluye que la presencia de pelos puede haber ofrecido a los moluscos una ventaja selectiva en su evolución.
Los pelos finos, que miden solo 150 a 200 micrómetros de largo, se detectaron en el caparazón de la especie recién descubierta Archaeocyclotus brevivillosus mediante microscopía clásica y microtomografía computarizada de rayos X 3D.
“Esta ya es la sexta especie de Cyclophoridae de caparazón peludo, un grupo de caracoles terrestres tropicales encontrados hasta ahora, incrustados en ámbar mesozoico, de unos 99 millones de años”, explica en un comunicado la doctora Adrienne Jochum del Instituto de Investigación Senckenberg, elMuseo de Historia Natural en Frankfurt y el Museo de Historia Natural de Berna.
Caparazón con pelos
“No es raro que las conchas de los caracoles terrestres fósiles y actuales estén adornadas con crestas, pelos, nódulos o pliegues; sin embargo, el desarrollo de tal ‘decoración’ sigue siendo un proceso complejo que generalmente no ocurre sin un propósito”.