La mañana del 14 de octubre, se encontró que Alejandro Sánchez, dueño de la casa de Sarratea, figuraba como fallecido en el sistema del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC). Según el portal, la fecha de su deceso habría sido el 11 de octubre, justo después de que se ordenara su detención preliminar.
En ese sentido, desde la clandestinidad, Sánchez afirmó vía redes sociales que no se entregará a la justicia. Además, enfatizó su nula intención de ser colaborador eficaz.
“No he cometido delito y no tengo nada que decir para ser colaborador eficaz, el ser humano no es perfecto y cometemos errores. Si hubiese cometido algún delito, primero le pediría perdón a Dios, a mi familia y a todo mi país. Seguidamente, me entregaría a la justicia sin necesidad de que me busquen, pero no, como no soy culpable de nada, no lo haré” se visualiza en su más reciente post.
Del mismo modo, comunicó que no permitiría que ninguna persona estropee sus derechos ni lo humille.
“No voy a hacerme una autoincriminación, no voy a permitir que estropeen mis derechos, que me pongan las esposas y me humillen. Eso jamás. ¡Sobre mi cadáver! No voy a permitir que me pongan en la cárcel tres años y después me digan que no tengo ningún delito”, precisó.
El presunto certificado
Según las últimas declaraciones de Víctor Raúl Vargas, médico que aparece como certificante del deceso de Sánchez, el profesional parece no tener conocimiento de lo ocurrido.
“Yo no he firmado ningún acta ni he hecho ningún acata de defunción. Eso es lo que me llama la atención: que esté figurando mi nombre. Es fácil para personas inescrupulosas entrar al sistema con mis datos y generar ese acta de defunción”, comentó para Canal N.
