Mañana se estrena La vida es sueño, de Pedro Calderón de la Barca

La historia presenta a Segismundo, un personaje confundido entre la realidad y el sueño, cuyo dolor más grande es la pérdida de su libertad, por su propio padre.

El estreno de la obra será en el Teatro Munipal, el viernes 7 de octubre a las 8 p.m. Y las funciones serán hasta el 23 de octubre: jueves a sábados, 8 p.m. y dom 7 p.m. Las entradas se podrán adquirir en la Plataforma digital Joinnus.

La obra La vida es sueño, de Pedro Calderón de la Barca, se estrena mañana en el Teatro Municipal, bajo la dirección de Jean Pierre Gamarra.

El protagonista de la obra es Segismundo, encarnado por Fernando Luque; y en la figura de Rosaura, personificada por la actriz Maria Grazia Gamarra. En los otros roles, el rey Basilio(Leonardo Torres), Clotaldo (Óscar Carrillo), Clarín (Alonso Cano) y como los príncipes Astolfo y Estrella, los actores Óscar Yépez y Andrea Alvarado, respectivamente.

La historia presenta a Segismundo, un personaje confundido entre la realidad y el sueño, cuyo dolor más grande es la pérdida de su libertad, por su propio padre.

“El montaje propone una puesta en escena atemporal. No se centra en una época determinada, sino se centra en el caos que vive el pueblo, en el que la obra se inicia, donde el rey necesita un heredero y decide rescatar a su hijo que él mismo ha apresado por temor que se cumpla el fatídico vaticinio del oráculo”, explica el director.

En la puesta en escena, además de atemporal, presenta una Polonia transfigurada, fantasmada por un rey temeroso, inseguro, que ha provocado este caos por no saber tomar algunas decisiones”.

“Yo la llamo una especie de fantasía barroca -dice-, porque todo el montaje propone un estilo de actuación absolutamente desmesurado. Desmesurado, además, como los textos de Calderón, que están plagados de figuras retóricas, de metáforas, con un lenguaje absolutamente antinatural, lenguaje barroco”.

Con el vestuario, Rosaura parece atravesado todos los tiempos para llegar al presente como un cómic, como un manga. Jean Pierre explica que María Grazia asume personajes distintos.

“Empieza vestida como un hombre, a la mitad de la obra termina vestida como mujer, porque al inicio hace creer que es un hombre para poder llegar a Polonia. Y en el último acto, llega vestida como un guerrero, tal como el texto lo dice: entre galas de mujer, armas de varón me adornan”.