La licenciada Saby Mauricio, directora de la Escuela de Nutrición de la Universidad Privada Norbert Wiener, detalló todas las dudas sobre el colágeno, la proteína que se ha puesto de moda los últimos años para atenuar las arrugas o conservar la elasticidad en el cuerpo.
Indicó que el colágeno es una sustancia proteínica que el cuerpo humano produce de manera natural y que se encuentra en los tejidos del cuerpo, en la piel, el cabello y en las articulaciones, pero, a medida que avanza la edad, el cuerpo disminuye la capacidad de producirlo.
La producción de colágeno empieza a decrecer gradualmente a partir de los 35 años debido a los cambios en el metabolismo del organismo, que ocurren cada 5 años, y que se evidencia en la pérdida de elasticidad y flexibilidad de la piel, deterioro de las articulaciones y músculos, entre otros.
Una alimentación saludable basada en la ingesta de menestras, verduras, frutas y carnes ayudará a recuperar el colágeno perdido, pero debe ser de una forma constante y diaria para que se puedan obtener los resultados esperados, aseguró la experta. “El colágeno lo encontramos en los alimentos de origen animal y vegetal. Por ejemplo, si usted come dos cucharadas de arroz y a esto le agrega una cucharada de frijol, esa fusión va a formar una proteína igual a la carne que promoverá la formación de colágeno”, agregó.
En cuanto a la ingesta de suplementos de colágeno, la licenciada aseveró que, si se desea comprarlo, este debe de ser colágeno hidrolizado que sí ayudará a formar el colágeno que el organismo necesita, sin embargo, solo el colágeno no será suficiente para retrasar el proceso de envejecimiento De esa forma, especificó que se tiene que complementar con el consumo de vitamina C, la cual puede ser adquirida al ingerir dos mandarinas al día o un tomate, ya que este último posee una sustancia llamada licopeno que es un poderoso antioxidante.
Asimismo, Mauricio finalizó advirtiendo que las patitas de pollo (alimento famoso por su colágeno) se pueden consumir muy de vez en cuando, pues la piel que cubre a dichas piezas tiene grasa saturada y resulta dañino para el corazón porque obstruye las arterias y puede provocar infartos o algún tipo de dolencia cardiaca. Además, no producen una gran reserva de colágeno como algunas personas creen, puntualizó.