A lo largo de los años, las pollerías han agregado ensalda fresca al lado del delicioso pollo a la brasa y sus deliciosas papas fritas, pero a veces es difícil controlar el proceso de desinfección de vegetales como la lechuga y los tubérculos, y cabe señalar que esta acción puede ser perjudicial para la salud ya que conlleva problemas como la parasitosis intestinal sin una higiene adecuada.
La bióloga Kathia Tarqui, directora del Laboratorio Nacional de Referencia de Enteroparásitos de la Unidad de Parasitología y Micología del INS, instó a la ciudadanía a evitar acudir a las pollerías sin certificado sanitario porque no se sabe si limpian adecuadamente las verduras.
“De preferencia solicitar ensaladas cocidas ya que sobre las ensaladas crudas no tenemos mucho conocimiento de cómo ha sido el proceso de desinfección”, declaró a la agencia Andina.
En otras palabras, hay que tener mucho cuidado, porque comer verduras con alto riesgo de infección parasitaria puede ser una auténtica bomba para la seguridad alimentaria.
“Si finalmente quieren comer una ensalada cruda, de repente ir a un establecimiento que si cumpla con las normas, pero si es un local ambulante, tal vez la lechuga no haya sido desinfectada”, indicó la especialista.
La consigna es clara: se recomienda desinfectar alimentos como frutas y verduras, lo que se puede hacer con 3 gotas de lejía en un litro de agua, remojarlos en agua durante 5-10 minutos y luego lavarlos con agua potable. Además, la cocción adecuada de los alimentos y el hervido adecuado del agua potable son importantes para prevenir las infecciones parasitarias.
