Otra negligencia médica más, esta vez en un niño

Un niño NRAV diagnosticado de absceso hiper faringe ingresó caminando y consciente el 28 de febrero a Emergencia al Hospital Edgardo Rebagliati para recibir atención médica, sin embargo, el menor ahora tiene daños cerebrales, no puede hablar y moverse. De acuerdo al personal del hospital, el menor se sacó la traqueotomía, provocando un paro cardiorrespiratorio.

La madre manifiesta que su hijo estaba completamente consciente, hasta que el viernes 16 de marzo, el menor sufrió un paro cardiorespiratorio donde se le tuvo que reanimar por lo menos unos 5 a 10 minutos posteriores, debido a que el niño supuestamente se quitó la cánula (traqueotomía), provocando el paro inmediato.

De acuerdo a la madre del menor, un médico de cuidados intensivos tuvo que reanimar a su hijo y salvar su vida después de varios minutos sin oxígeno, ocasionándoles graves daños cerebrales, debido a que el médico de turno no lo podía hacer, siendo este un profesional preparado que está a cargo de muchas vidas diariamente.

En el día de los hechos, el menor estaba al cuidado de la enfermera Giselda Trinidad Vargas y el doctor Ivan Rodriguez Echevarría, encargados de dicha sección y que tenían como función atender y brindar ayuda a las pacientes que estaban a su cargo. Sin embargo, la enfermera da una respuesta totalmente absurda, menciona que estuvieron el médico, la enfermera y la técnica aspirándolo y que en ese momento el menor les ganó a los 3 y se sacó la traqueotomía, lo cual es algo totalmente absurdo porque un niño de 4 años no le puede ganar a tres personas adultas, la diferencia de fuerza es notable.

Además, los médicos de UCI revelaron a la madre que encontraron al menor sin su traqueotomía y totalmente bañado de sangre, contradiciendo con la versión que le dieron anteriormente y generando más dudas acerca de la causa que llevó al menor a sufrir un paro cardiorespiratorio, puesto que el menor se encontraba completamente consciente días anteriores.

Actualmente, el pequeño se encuentra en su casa y se ha quedado con secuelas después del paro, no puede moverse y hablar, tiene graves daños cerebrales e hipertonía, y aún le falta realizar más exámenes para saber si cuenta con más daños que afecten a su salud.

El menor NRAV de 4 años ya no va poder gozar de una vida normal, no podrá jugar, ir a la escuela , hacer amigos, entre otras cosas que realiza un niño de su edad. Lamentablemente, esto no debió pasar y ahora este caso se suma a la lista de negligencia médica que hay en el Perú y que pone en duda la preparación de muchos profesionales de la salud que hay en el país.