María Isabel Granda Larco, nombre real de la Artista, nació́ el 3 de septiembre de 1920 en Cotabambas, provincia de Apurímac. Con tan solo horas de vida, un sorpresivo pero violento incendio consumió́ su casa.
Meses después la familia decide trasladarse a Lima. Allí́ cursó estudios en el colegio de los Sagrados Corazones de Jesús. A los doce años descubrió́ su vocación musical cuando comenzó́ a cantar. Para entonces, fue escogida vicepresidenta de la Asociación de Canto de su colegio.
En 1937 formó el dúo llamado Luz y Sombra junto a su amiga Pilar Chamaca Mujica. El dúo cantó en diversas emisoras como Radio Nacional o Radio Miraflores, en la que Chabuca animaba un programa para artistas aficionados.
En 1940 formó un trio con Martha y Charo Gibson con quienes interpretaban canciones mexicanas, muy de moda en la época. En sus últimos años ya cantaba un repertorio ligado al renacimiento de la música negra afroperuana.
En 1942 contrajo matrimonio con el brasileño Enrique Demetrio Fuller Da Costa. En 1952, a los 30 años, ya tenía tres hijos y una certeza: se quería separar. Anhelaba dedicarse totalmente a la música, pero su marido no la apoyaba. La ruptura le trajo algunas complicaciones en la sociedad patriarcal en la que vivía, pero muchas más alegrías: su carrera tomó vuelo.
Su voz grave “de perro, pero con swing”, como ella la describía, dejó de cantar las rancheras y los boleros de autores amigos que victimizaban a las mujeres, y empezó́ a componer sus propias canciones. Lo hacía de noche. Se encontraba en el silencio. Se inspiró en la Lima de fines del siglo XIX, la que había conocido a través de los relatos de su padre y del historiador Raúl Porras Barrenechea, su vecino.
De manera póstuma, en 2017 su obra musical fue reconocida por Perú como Patrimonio Cultural de la Nación. En 2019 fue condecorada con la Orden del Sol en el grado de Gran Cruz, y múltiples calles y lugares llevan su nombre, como en Argentina, Madrid y Chile.
Chabuca no sólo es una leyenda de la música criolla peruana sino que es parte de la historia del Perú. Chabuca adoraba a Lima, del mismo modo todo Lima también adoraba a Chabuca… ese fue un idilio eterno que duró toda su vida y trasciende aún después de su muerte.